La elección es nuestra
Cesia S. Rodríguez Medina; La elección es nuestra.
Abandonad toda esperanza,
quienes aquí entráis.
Dante Alighieri
Escuché decir en alguna ocasión a un amigo muy cercano que la política es el infierno, le creí francamente, evidentemente él formaba parte de ese cónclave, por lo tanto, no dudé de su palabra, estaba segura de que sabía de lo que hablaba, claro que este personaje hacía una referencia limitada, no inocentemente para lo que quería expresarme. Para ese entonces se acercaban las elecciones del 2018 en México, en ese contexto tres fuerzas políticas se disputaban el poder de la Presidencia, sin embargo, el fenómeno era muy claro, los partidos políticos que venían gobernando al país caían en una falta de credibilidad; el PRI y el PAN, los mismos de siempre se escuchaba por ahí, con sus mismas prácticas de corrupción e inseguridad. Claramente eso no impedía que aún conservaran una maquinaria de astucias para mantenerse en el poder, en ese tiempo nos fuimos enterando de las pequeñas “estrategias políticas”, como se llaman comúnmente a este tipo de movimientos de quita y pon, ya para ese entonces todos sabíamos que así es el modus operandi, no era algo extraño, a pesar de que sí hubo sorpresas que no son necesarias mencionar.
Todo lo que sucedía parecía confirmar que sí, mi sagaz amigo tenía razón, sus nutridas historias que involucraban más que nada traiciones y mentiras, coloquialmente lo llamaríamos un poco de “malas jugadas”, nada es seguro decía, para todo eso sólo tienes que saber cómo mantenerte en el juego porque en una de esas te toca ser el mentiroso, el traidor o el traicionado, para ese entonces no me importaban mucho esas historias que fueron contadas con tal elocuencia, no hasta que de nuevo pude darme cuenta que era verdad, en una parte de la política que se refiere únicamente a los partidos políticos la dinámica es esa, se ha naturalizado tanto que difícilmente se cuestiona.
Ante este panorama, no puedo evitar pensar qué posibilidades existen de que las y los que no están en esos círculos infernales puedan siquiera ser escuchados, puedan ser tomados en cuenta, cuando algo empieza mal acaba mal. Se acercan los tiempos electorales y nos acechan todo tipo de intereses, no necesariamente sociales ni de lo que ellos defienden como el bien común, y me pregunto qué podemos hacer cuando creemos que no tenemos la incidencia suficiente que logré recuperar la seguridad de que la ciudadanía tiene la fuerza para trazar el camino de nuestro país, sobre todo de elegir a nuestros representantes. Un poco es nuestra competencia, sin embargo hay quienes prefieren mantenerse al margen, pues claro, quién en su sano juicio quisiera formar parte de esa desgracia interna que como espectadores sabemos. Sin embargo, Zygmunt Bauman en su libro “En busca de la Política” (2002), asegura que “la política sigue siendo irremediablemente local” y aunque él cuestiona que hemos perdido esa acción, tal vez sea necesario reconfigurar la política. El autor no da respuestas, pero invita a la reflexión como una forma de reponer la salud política, sobre todo aquella que se refiere a la capacidad de agencia ciudadana, no es el todo, pero una parte. Así que no olvidemos que la elección es nuestra.