“Nuestra América”, identidad viva

Cristóbal León Campos: “Nuestra América”, identidad viva.

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Tras su publicación, el 30 de enero de 1891, en el periódico El Partido Liberal, el ensayo “Nuestra América” de José Martí, se convirtió en uno de los textos fundadores e imprescindibles del pensamiento latinoamericano, pero también, en uno de los textos iniciadores del modernismo hispanoamericano. Su esencia brinda una profunda mirada a la realidad que se vivía y expone la necesidad de realizar cambios radicales que liberasen a la región de sus viejas ataduras, al mismo tiempo, en que se evitasen nuevos lazos que conducirían a la pérdida de la soberanía de las naciones de la zona. Las palabras que Martí presenta en “Nuestra América” tienen urgencia y se anteponen el análisis extenso y acabado tan usual en la cultura de la época.

El ensayo “Nuestra América” no únicamente es el análisis de la realidad vivida en aquellos años, no es tan solo la búsqueda de las raíces profundas de ese presente, no es solamente una mirada al futuro, es ante todo una mirada nueva con otra perspectiva y otra lógica, muy diferente a las que hasta entonces sobresalían, no podía Martí traicionarse a sí mismo, ni traicionar lo que durante sus muchos años de exilio y propaganda revolucionaria había conocido y vivido, no podía pues, repetir lo que tanto combatía. “Nuestra América” es la voz de los sin voz, es la expresión del alma de hombres y mujeres que a lo largo de los siglos han configurado, reproducido y mantenido nuestras particularidades esenciales, simientes de cada una de las variadas formas de entender el mundo que a lo largo y ancho de la geografía, desde la Patagonia hasta el Río Bravo, constituyen nuestras identidades, y que a la vez, se aglutinan para dar forma al ser latinoamericano, “Nuestra América” da un justo reconocimiento a esas diferencias que nos unen. Ya Martí había dicho que deseaba “desatar a América y desuncir al hombre”.

Martí vislumbra lo complicado y complejo propio de la definición de nuestra identidad, de lo latinoamericano: identidad surgida de la resistencia de los pueblos originales, mestizos y afrocaribeños, a la intensión imperial de occidente de incluirnos en su proyecto civilizatorio y de incorporarnos en la llamada “verdadera cultura”. Esa deberá ser “Nuestra América”, la que nos han llamado a crear: la América nuestra de los pobres, la de los hombres y mujeres naturales que hacen suyo el pensamiento, la voz y la palabra. La América del porvenir, que nacerá de las luchas del presente. La construcción de una nueva América nuestra necesita de todos los esfuerzos posibles, por lo que la batalla de las ideas a la que Martí nos llamó, es el medio para contribuir con nuevos pensamientos y conservando la memoria de nuestros pueblos.

En este sentido, en el año 2009, a raíz de una iniciativa surgida en la V Reunión del Consejo Mundial del Proyecto “José Martí” de la Unesco, se determinó e instituyó celebrar cada 30 de enero, el día de la Identidad Latinoamericana y Caribeña, de esta forma y desde esa fecha, honramos a Martí, honrando a cada uno de nosotros-nosotras quienes damos vida a la riqueza y valores culturales de nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños.

Reconocernos diversos con una misma raíz es fundamental. “Nuestra América” se nutre de la raíz indígena y se plasma en nuestra particular forma de ser. Celebremos nuestra identidad, reforcémosla desde su diversidad, divulguémosla con orgullo y tengamos fe como Martí:“en el mejoramiento humano… y la utilidad de le virtud”.

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