Cultura y pedagogía por la paz
Cristóbal León Campos: Cultura y pedagogía por la paz.
Alcanzar la paz como una construcción colectiva, surgida a través de la praxis educativa, es uno de los principales objetivos de las reflexiones que se reúnen en el libro Cultura y pedagogía por la paz. Prácticas de enseñanza-aprendizaje exitosas (2023), editado por la Universidad Hispanoamericana “Justo Sierra” (Campeche), bajo la coordinación de los doctores Darwin de Jesús Chi Moreno y Raúl Albertos Santos Valencia. La obra pone a disposición de la comunidad académica 29 ponencias que se presentaron en el IV Congreso Internacional Educación y Paz, celebrado en la Isla de Cozumel, en diciembre pasado (2022).
La estructura temática se presenta en tres capítulos: 1) La cultura de paz; 2) Pedagogía de la paz; y 3) Prácticas enseñanza-aprendizaje exitosas. El hilo conductor es el diálogo entre la multiplicidad de voces que actúan en diversos entornos educativos bajo un cuestionamiento que inferimos como premisa: ¿cómo se construye la paz y qué podemos hacer en el ámbito educativo para contribuir a alcanzar esta finalidad? Las respuestas son múltiples, pero al leer la obra puede comprenderse cómo se articulan para encontrar los puntos colindantes que dan sentido a esta búsqueda de la armonía. Los planteamientos sobre la tecnología y el reto que significa para el futuro de la educación se aprecian en el contexto de la pospandemia, cuando se realizó el Congreso. Siendo este acontecimiento global el marco temporal de referencia que da orden al replanteamiento sobre el rol del docente y la identidad magisterial que puede leerse algunos de los trabajos reunidos.
El ideal humanista está presente en esta obra, las ponencias giran sobre la órbita de la transformación concreta de aquello que nos impide alcanzar la paz y la armonía, siendo bajo nuestra óptica, una necesidad urgente retomar los postulados filosóficos y teóricos de la tradición del humanismo, como una acción que faculte el replanteamiento del quehacer docente en las comunidades educativas, tanto en términos micros como en una perspectiva macro, abarcando los campos y niveles que subdividen la organización institucional de la educación en el país.
Uno de los conceptos centrales es la conciencia del docente, quien, mediante su ejercicio educativo, se convierte en un agente transformador, pues un postulado central de la obra es el cuestionamiento de qué estamos haciendo a favor de la paz, ya que no basta con el discurso, sino que es indispensable la práctica. Por ello, el tema del agente mediador de conflictos en la comunidad educativa se incluye, al igual que las formas de conciliación entre las partes en conflicto, pero, sobre todo, se presenta un enfoque que busca hacer del conflicto un área de oportunidad para la comunidad, ya no sólo educativa, sino en general.
La compresión lectora y la lectoescritura tienen un lugar importante también, ya que se advierten como las bases del conocimiento, y de igual forma, como otro de los ejes que cimentan las experiencias exitosas que se exponen en las páginas de este libro. Asimismo, es relevante mencionar otros aspectos, como los aspectos lúdicos, artísticos y culturales que son reflexionados por los docentes-investigadores, siendo un pendiente el retomar la cultura estética en la formación de los educandos y los propios docentes. En sí, el libro es el reflejo de las voluntades institucionales y de las asociaciones que se conjugan cada año para juntos pensar cómo poner un granito de arena para un mundo mejor.