“Veinte de cobre” y las ausencias
Cristóbal León Campos: “Veinte de cobre” y las ausencias.
¿Cómo narrar el dolor oculto que tras la historia silenciada se reconfigura conforme pasan los días y los años?, y ¿cómo afrontar la ausencia-presente que no se termina de comprender?, estas y otras interrogantes dan cause al relato desgarrador de un reencuentro y de las despedidas de un padre con sus familiares, en especial con dos de sus hijos, quienes vivieron de forma diferente la doble partida que marcó sus vidas sin que pudieran terminar de comprender y armar el rompecabezas que representa la clandestinidad guerrillera, el retorno a la vida pública y la partida final enmarcada en un aura de misterio.
“Veinte de cobre. Memoria de la clandestinidad” (2021) es una novela del historiador Fritz Glockner, quien nos va guiando, a través de un juego de voces narrativas, por el camino del reencuentro con el pasado familiar de dos hermanos, quienes entretejen los años de ausencia de su padre, quien, un día como cualquier otro, desapareció para unirse a la guerrilla y, posteriormente, reapareció encarcelado y torturado en el Palacio de Lecumberri tras un enfrentamiento con las fuerzas represivas del Estado mexicano.
La narración clara y emotiva que presenta Glockner, hace un juego temporal para llevar del presente (en el tiempo narrativo) y regresarnos al pasado, donde las voces de los hermanos nos ayudan a revelar las pistas del camino seguido por su padre y las razones que lo condujeron a poner en juego su vida por un ideal; el de la transformación del país en una época en la que la violencia de Estado era el pan de todos los días, siendo que la historia de “Veinte de cobre”, es también una parte de la historia de la Guerra Sucia que enlutó a México por la sangrienta política del Gobierno mexicano contra sus adversarios.
Pero Glockner, historiador de la guerrilla, no pretende en esta obra recrear lo que ya ha hecho en sus investigaciones académicas, sino que nos ofrece otra mirada vinculada con esas partes de la historia que aún nos falta por conocer, su mirada se enfoca en cómo los hermanos, la madre-esposa y la familia en general viven e intentan comprender las acciones del padre, su desaparición primera sin ninguna explicación debido a su acción clandestina, y cómo tras reaparecer a la vida pública como preso político, se enfrentan a una serie de emociones y sentimientos que se contraponen, pero que nunca los hacen dudar sobre la unión fraternal que los lazos consanguíneos significan para los personajes de la novela, que, además, nos acerca a esos silencios en los actos del padre que, en ocasiones, dicen más que cualquier acción narrada, pues estamos frente a la naturaleza de una necesidad oculta para poder vivir.
La novela es también una profunda reflexión sobre lo que significa la vida en sí misma y las despedidas que en ella se presentan, esa doble condición de permanecer sin estar y estar sin permanecer, algo que no puede comprenderse si no se ha experimentado la sensación de la ausencia sin explicación y el riesgo de la vida como una forma de ejercer los ideales. “Veinte de cobre” es la historia de una familia desquebrajada por la duda, el temor, el dolor, los “fantasmas”, la incomprensión y la violencia gubernamental y, al mismo tiempo, es la narración de un reencuentro entre hermanos que buscan respuestas a incertidumbres que los acompañarán siempre, pero que con el tiempo duelen un poco menos, aunque siempre lo harán. Es una historia novelada muy recurrente en México y que aún tiene mucho por contarnos...