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El barco donde fuimos comisionados en cada etapa de nuestro servicio en la Armada era “nuestro buque”, “el mejor”. Lo mismo ocurría cuando integrábamos la planilla de una Compañía de Infantería de Marina, plantel, Zona o Sector Naval; eran la mejor dependencia de la que nos sentíamos orgullosos de pertenecer y contribuir a sus fines, remando hacia el mismo rumbo y manteniendo su operatividad.

Por ejemplo, Jorge, un compañero contramaestre, cuando ascendió a oficial en nuestro Guardacostas en Mazatlán, también recibió su cambio a otro similar en ese mismo puerto... y se volvió “su mejor barco”. Así era y así es en la Marina, donde la doctrina, los principios y las tradiciones marineras forjan esos lazos de pertenencia que nos identifican y acrisolan nuestra fraternidad; aunque cambiemos de unidad o dependencia, somos parte de la misma gran familia naval, y esa estela perdura aun en situación de retiro.

Esta actitud que en la Marina se conoce como espíritu de cuerpo, en las organizaciones civiles se expresa con la frase “ponerse la camiseta”, que implica compromiso e identidad; este proceso no sólo pretende la permanencia del trabajador y su eficiencia, sino que también dé su mejor esfuerzo, que su participación y compromiso sean por convicción, por defender los intereses de la compañía, esto es, “sentir la camiseta”, o como dicen algunos autores: actuar con la imagen y reputación de la empresa que se representa, adoptar la cultura de la agrupación, hacer propios los objetivos que se ha trazado y, en suma, sentirse parte de ella.

Sin embargo, no basta con formar parte de una organización, pues, como en un partido de futbol, hay que jugar en la cancha y defender los colores de la camiseta, es decir, mantener nuestro barco a flote, operativo, en “primera situación”, esto se facilita, cuando nuestra empresa es reconocida por sus logros y su ambiente laboral, que nos incentivan a “dar el extra” cuando se nos requiera. El pasado lunes sentimos y valoramos lo anterior, acumulado tras más de 22 años de ser parte de la familia Novedades Yucatán: el amor a la camiseta. Ver el nuevo proyecto +Novedades Yucatán, un noticiero vía plataformas digitales, con calidad informativa, que se integra a nuestro periódico como un producto bien elaborado por un equipo comprometido –productores, reporteros, editores, conductora, etc.– que innova en el universo streaming, nos hace sentir ese orgullo de pertenencia. También, valorar el esfuerzo de nuestros capitanes, los directivos, que no escatiman recursos ni esfuerzos por impulsar nuevos contenidos y mantener el liderazgo de Grupo SIPSE como el conglomerado de medios más importante de la Península.

Durante el lanzamiento del noticiero, el director general de medios impresos de Grupo SIPSE, Lic. Gerardo García Gamboa, dijo: “con este nuevo canal estamos comprometidos en dar contenidos confiables y relevantes que satisfagan la necesidad de información de la comunidad”. Y es otro motivo para tener la camiseta bien puesta.

Don Andrés García Lavín debe estar muy orgulloso de que su legado no sólo haya sido continuado, sino acrecentado por parte de sus hijos. ¡Enhorabuena!

Anexo “1”

Militares en puestos clave     

Y hablando de buenos capitanes, el pasado jueves los periódicos Novedades publicaron que, en lo que va del sexenio de la 4T, varios militares en situación de retiro, de las categorías de generales (de división, brigada y brigadier) y almirantes (incluidos vicealmirantes y contralmirantes) ocupan posiciones clave en el Gobierno de la 4T. Ese día, el Presidente anunció que Aduanas México estará al mando de un general de división en retiro, confirmando esta tendencia en su Administración.

Y si bien hay muchas voces críticas por otorgar cada vez más responsabilidades a las fuerzas armadas (incluso a personal en servicio activo), salvo contadas excepciones, los soldados y marinos, con una larga trayectoria en el Ejército y la Armada, han desempeñado bien sus encargos en dependencias como la Guardia Nacional, la Administración del Sistema Portuario Nacional (hoy Asipona, antes API), los aeropuertos de la Ciudad de México y el AIFA, el Instituto Nacional de Migración y hasta en proyectos estratégicos transexenales, como el tren maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

No en todo deben verse en negativo los colores verde olivo o blanco –característicos del Ejército y la Marina–, también debemos reconocer su capacidad, responsabilidad y lealtad hacia las instituciones y las mejores causas a favor de la ciudadanía.

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