Educación, la tarea pendiente
Daniel Uicab Alonzo: Educación, la tarea pendiente.
Esta semana se revelaron los resultados la prueba de PISA 2022, que aplica la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en la que destaca el nulo avance de México en la última década entre los estudiantes de 15 años en matemáticas, lectura y ciencias. El siguiente dato del IMCO resume este grave problema: “México obtuvo 126 puntos menos que Japón, el país mejor evaluado. Sin embargo, solo seis puntos separan a México de Colombia, el último lugar de la OCDE”.
Este retroceso en educación no es de ahora, de este Gobierno, tampoco es por la pandemia de coronavirus del 2020; inició desde hace varias décadas, quizá desde la descentralización del sistema con Ernesto Zedillo. Planes y programas con diversos modelos pedagógicos y enfoques (estructuralismo, competencias, “nueva escuela”, etc.) que cambian de un sexenio a otro, sin que logren aterrizarse. Y no se corrige la plana, no se aprende la lección, seguimos con tache.
Desde hace varios años nuestros niños y jóvenes reprobaban la prueba Enlace (la SEP de plano dejó de aplicarla). Y cómo no, si desde hace años se prohibió, por decreto, reprobar a los estudiantes de primaria y secundaria: “Ningún alumno podrá tener en su boleta de evaluación una calificación inferior a 6” y la SEP argumentó que era “para favorecer la reinserción escolar y permanencia de estudiantes en el Sistema Educativo Nacional”, pero se contradijo al señalar que “para evaluar el ciclo escolar 2021-2022, se tomarán en cuenta los logros de los aprendizajes”. Pero, ¿si no hay logros ni avances?
Gobiernos, maestros, sindicatos y padres de familia han contribuido a esta caída de la educación: los secretarios del ramo tampoco han estado a la altura de las circunstancias –ya no hay Vasconcelos, Torres Bodet, Agustín Yáñez, Reyes Heroles–, la actual está más preocupada por quedar bien con el Ejecutivo a quien le debe el puesto y rápidamente descalificó los resultados de PISA al afirmar que no hubo mayores cambios, afirmó que "México emprendió un profundo proceso de transformación en su sistema educativo, con el Plan de Estudio 2022 y la Nueva Escuela Mexicana”. ¿Usted cree eso?
Quienes saben de este tema vital para una nación siempre han dicho que la educación es la mejor arma para enfrentar la vida con mayor seguridad y llegar a ser mujeres y hombres de bien. Muchos de los que nos forjamos en la cultura del esfuerzo lo hemos comprobado y tratamos de inculcarlo a nuestros hijos. Pero desde hace varios sexenios los gobiernos van a contracorriente de esta premisa.
Además, el magisterio dejó de ser un apostolado para convertirse en escalón para alcanzar puestos políticos, y de los sindicatos mejor ni hablar porque han sido el peor lastre. Es paradójico que mientras se daban a conocer estos datos de PISA, profesores de una coordinadora marcharon el pasado martes en la CdMx para exigir ¡aumento salarial de 100 por ciento!, basificación y mejores condiciones de trabajo; claro, dejando sin clases a sus alumnos. Así, nunca tendremos “palomita” en educación.
Anexo “1”
La disciplina es la base
El pasado 17 de noviembre, en la ceremonia conmemorativa del aniversario de la Revolución, realizada en el Instituto Militarizado del Sureste, acudió como invitado especial el general de división Homero Mendoza Ruiz, comandante de la X Región Militar (que agrupa a las Zonas Militares de Yucatán, Campeche y Quintana Roo). Ahí dirigió un emotivo mensaje a los directivos y maestros, a los cadetes –niños y jóvenes de Primaria, Secundaria y Preparatoria– y los padres de familia, en el que ponderó el valor de la disciplina en todos los aspectos de la vida, pro en especial en la educación. “Triunfa el más disciplinado”, dijo al destacar el trabajo que se realiza en esa primera escuela militarizada del Sureste.
Pues bien, mientras el Estado mexicano incumpla con el mandato constitucional de garantizar a la niñez y a la juventud el derecho a una educación de calidad, las escuelas militarizadas (civiles) y los planteles del Ejército y la Marina son un oasis en este mar de incertidumbre, porque ahí se cumplen los días-clase, los maestros no faltan, se incentiva a los mejores alumnos, se motiva a la superación, se inculcan valores y amor a la patria. Sí, nada especial, pero se inculca algo que sirve no sólo para que la juventud se labre un mejor futuro, sino también para toda la vida: disciplina.