Tantos años llevo ya escribiendo esta columna “La magia de la vida” tratando de demostrar cada domingo dónde se encuentra la magia y cómo ésta afecta nuestra vida.

La magia no es una entidad súper poderosa, es a lo que un día llame “un cúmulo de emociones inigualables”. Dije también hace algunos años que los magos pueden crear verdadera magia, es decir, utilizan un truco gracias a un artefacto o a sus dotes de prestidigitación y logran confundir a tu mente transportándote a un instante donde el asombro, la fantasía, la ilusión y los nervios se conjugan. La magia, es entonces esa emoción mientras que el truco es lo empleado por el mago para llevar a ello.

También los médicos son magos, emplean medicamentos para salvar tu vida o al menos para ayudarte a estar mejor. También los arquitectos que te dejan al borde del asiento pensando en cómo quedará la casa que soñaste y que, por medio de su profesión, vuelven realidad tus ilusiones.

Una de las razones de estudiar psicoterapia fue justamente la magia tan impresionante que se observa en el desarrollo de una persona. Recibirlas en mi consultorio mientras lloran, deprimidas, sin ver un sentido para la vida y que, en cuestión a veces de unas horas el semblante por completo cambie transformando no solamente su mirada sino la vida entera gracias a lo que los psicoanalistas llaman insight.

Ese insight, llamado también “el darse cuenta” es ese instante en donde la magia recorre tu cuerpo y abres tus ojos a la tu vida, te percatas de las cosas como realmente son, te da un choque de realidad permitiendo que te vuelvas a ilusionar y a creer en ti.

También estos días he visto mucha magia, en la cara de mi bebé que cada que ve algo colorido o diferente dice “wow” demostrando que la vida por sí misma ya es una magia si le prestamos atención.

Todos y cada uno de nosotros estamos llamados a ser magos para que con los trucos aprendidos en nuestra vida transformemos la de otros. Hay trucos tan sencillos como decir los buenos días, como sonreírle a todos, cómo ayudar al necesitado.

Que diferente sería nuestro planeta si pudiéramos ponerle magia a nuestro día a día