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Ayer fue un día importante, cuyo mensaje se puede redondear en una palabra: RESPETO. Son muy lamentables todas las vidas que se han perdido a manos de gente infame, pero sigamos haciendo un suelo firme, con cultura, educación y respeto a la mujer.

Hablando de mujeres, son muchos los casos que han dado trascendencia a nuestro Estado, por mencionar algunas: Consuelo Zavala Castillo, mujer feminista que trabajó fuerte por la educación, fundando la primera escuela laica; Elvia Carrillo, mujer de lucha, diputada y activista social que bregó todos los días de su vida por los derechos de la mujer y por eso es recordada con cariño la llamada “Monja Roja”; Rita Cetina Gutiérrez, otra luchadora incansable que trabajó de manera intensa por la educación y los derechos de la mujer. Recordemos que en Yucatán se realizó el Primer Congreso Feminista (1916) del país y el segundo en América Latina.

Este espacio resulta poco para describir la riqueza del gran aporte que han hecho las mujeres a nuestro Estado, desde las luchadoras sociales, deportistas, artistas, chefs y empresarias, que han sabido abrirse paso en un mundo dominado por los hombres. Son muchas las historias de mujeres yucatecas que han sacrificado tiempo y familia por perseguir un ideal. Por ejemplo, uno no podría imaginarse que se podría formar un gran corporativo con un presupuesto inicial de 250 pesos, y esta dulce historia tiene hoy su nombre posicionado a nivel nacional, ubicando a Yucatán como un referente. Fue en unas calles aledañas al Tecnológico de Mérida, donde se inició lo que ayer fue un sueño y hoy es una empresa consolidada, comenzando con un presupuesto austero la elaboración de pays, mismos que se vendían bajo pedido de las amistades, lo que motivó a continuar este sueño que iría creciendo con el paso de los años.

Hoy, al tiempo y la distancia, se consolida con la inauguración de una planta de primer mundo, este negocio cuando inició, sólo contaba con 250 pesos de presupuesto, pero tenía el insumo más importante para cualquier negocio; un corazón infinito y mucho amor en cada producto que elaboraban las manos de una mujer yucateca, trabajando fuerte y generando un referente en repostería fina, empresa socialmente responsable que no sólo apoya a la economía del Estado con la generación de más de mil empleos directos, sino que también es generadora de momentos de alegría y de convivencia de la familia en los hogares, la oficina o simplemente para quitarse el poch, ya que siempre hay un pan para endulzarse la vida, una rosca brioche, unas hojaldras de jamón y queso, un bizcocho inglés, unas bolitas de queso, tres leches extreme, brownies, pastel de queso de bola y muchos sabores de pasteles, soufflé y una gran variedad de productos de repostería fina que dan sabor y dulzura a los hogares yucatecos.

Sin duda, doña Tere Cazola y su gran equipo, han puesto alma, vida y corazón en este proyecto que cumple 38 años, y que sigue en franco ascenso. Son muchos los hogares fuera de la frontera de nuestro Estado que disfrutan del dulce sabor de su repostería fina, son muchos los recuerdos, en esa historia de lucha, esfuerzo y tenacidad, pero, sobre todo, como Quijote moderno en busca de un ideal, hoy se consolida. Mi cariño, respeto y admiración para la familia Cazola, por ser un referente de dulzura en Yucatán y el mundo.

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