Amparo a la ley y otros disparates

Felipe Escalante Ceballos: Amparo a la ley y otros disparates.

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¿AMPARO A LA LEY O CONTRA LA LEY? Ojeando la prensa diaria un título llama nuestra atención: “Preparan amparos a la ley del Isstey”. A ver, a ver. ¿Cómo está eso? ¿Se va a pedir un amparo a nombre o a favor de la ley? No, no es así. El amparo protege a las personas frente a los actos atrabiliarios de las autoridades. El peticionario de amparo es siempre una persona, no una ley.

Ahora veamos el amansaburros (DLE). La preposición “a”, en su primera acepción, “Precede a determinados complementos verbales como el complemento indirecto y el complemento directo cuando éste es de persona determinada o está de algún modo personificado”.

En el epígrafe mencionado, al emplearse la preposición “a”, se personifica a la ley del Isstey, lo cual es un dislate. En este caso debió emplearse la preposición “contra”, que denota la oposición o contrariedad de una cosa con otra. Así, al pedirse amparo contra esa ley, los inconformes (personas) señalan su oposición a esa norma legal. El título debió ser “Preparan amparos contra la ley del Isstey”.

La resortera brinca de gusto al advertir la primera pieza del día. Tremenda pedrada derriba al gazapo y lo guardamos en el morral.

BOMBA CENTRIFUGADA. En días pasados, al transitar por las rúas citadinas vimos un vehículo automotor que en la parte trasera anuncia los productos que vende, principalmente tuberías y poliductos, y también “bombas centrifugadas”.

¡Pobres bombas! -exclamó mi esposa, mientras conducía su automóvil-. Han sido sometidas a una centrífuga para separar sus piezas. Deben estar totalmente desbaratadas. Tiene razón la conductora resignada, ahí hay un tremendo disparate, una impropiedad por usar palabras con un uso distinto al que realmente tienen. Debe decirse “bombas centrífugas”.

Según descripción tomada del Internet, una bomba “centrífuga es una máquina que pone en rotación una muestra para separar por fuerza centrífuga sus componentes o fases (una sólida y una líquida), en función de su densidad”.

Así, pues, centrifugar es someter una masa, un líquido, etcétera, a la acción de una centrifugadora. Un ejemplo de ello es secar la ropa por medio de la acción centrifugadora de la lavadora o máquina para lavar.

De nuevo la honda entra en acción y dirige un duro pedrusco hacia las “bombas centrifugadas”. El ejemplar cae a tierra y depositamos el segundo ejemplar de hoy en la buchaca. La cacería ha concluido; nos vemos el siguiente sábado.

Hasta el próximo tirahulazo.

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