De comida, emociones y otras decisiones

Freddy Heredia: De comida, emociones y otras decisiones.

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Cómo las emociones que tenemos pueden afectar nuestras decisiones en cosas simples, por ejemplo, aquello que comemos. Los patrones de emoción nos afectan a la hora de comer, lo que puede convertirse en un círculo vicioso, según señalan la Dra. Lizbeth Vásquez Celaya y el MC. Sergio Cuevas Carbonell, quienes participaron en el ciclo de conferencias de la Semana Internacional del cerebro que organiza el CIR-Uady.

El consumo de alimentos no es solo comer, sino que se refiere al tipo de alimentos que ingerimos, cuando hacemos un consumo compulsivo suele ser a determinado grupo de alimentos que nos da satisfacción a corto plazo como el azúcar y las grasas saturadas, asociamos ciertos alimentos a una emoción, si consumimos comida esta influye en nuestro consumo posterior, no sólo porque se asocia a este tipo de comidas, también porque favorece el crecimiento de ciertas especies de microorganismos que ayudan al crecimiento de la microbiota.

La microbiota es el conjunto de microorganismos vivos que están en nuestro cuerpo, tanto por fuera como por dentro, se ubican en el sistema digestivo y la mayor cantidad están en el intestino, se estima que hay más de diez mil especies distintas y que llegan juntos a pesar dos kilos en una persona, es como una huella dactilar, ya que las microbiotas son distintas, cuando nacemos no las traemos, al empezar a crecer comenzamos a ser colonizados por estas microbiotas, que se encargan de educar a nuestro sistema inmune, las funciones de la microbiota nos ayudan a entrenar nuestro sistema inmune. Producen sustancias metabolitos de cadenas cortas, son capaces de regular la barrera intestinal, le dan protección contra elementos externos que podrían desencadenar una respuesta inflamatoria, nos ayudan a entrenar nuestro sistema inmune.

Muchos estudios coinciden en que no se debería consumir azúcares, ácidos y grasas saturadas, esos alimentos reconfortantes son ricos en azúcares y en grasa, en Yucatán hay una variedad de alimentos ricos en grasa como los postres y el xix de cebo.

Si se consumen pocos postres regionales no es malo, pero cuando se abusa sí, un perro caliente o una hamburguesa diaria no es recomendable, podemos hacer una hamburguesa saludable, dos tacos de cochinita no nos hacen mal, ante seis u ocho tacos deberíamos tener reservas.

¿Qué alimentos debemos consumir para ayudar a mi sistema autoinmune y a mi microbiota? La podemos ayudar con el consumo de probióticos, que son los organismos vivos que se encuentran en los alimentos fermentados, uno de estos es el pozole de masa de maíz fermentada, el cual tiene probióticos, en el yogurt los prebióticos no están vivos, son moléculas estilo fibra que ayuda al crecimiento de los probióticos. Los prebióticos se ubican en el zapote, mamey, pitaya, plátano, cebolla y ajo, estos ayudan al crecimiento de dichos organismos.

La microbiota enferma es llamada disbiosis, se le asocia con eventos depresivos y trastornos del ánimo, mientras que un alimento rico en prebióticos y probióticos nos produce una microbiota sana y se asocia a una reducción de estos trastornos, además de que nos ayuda a sentirnos mejor y más felices, se ha visto que el noventa por ciento del neurotransmisor de la serotonina se produce en nuestro intestino.

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