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El tiempo estimado para salvar a un ser humano después de una mordedura de culebra venenosa es de dos horas, desde que se da la agresión hasta que se recibe atención médica, a esto se le suman o se le restan otras variables, como la condición de salud del individuo, según señaló el coordinador estatal de Zoonosis de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), Daly Martínez Ortiz.

Si es un individuo con comorbilidades como hipertensión, diabetes, obesidad, puede modificarse el comportamiento, si de por sí el cuerpo ya lucha contra esos padecimientos, al sumársele un veneno que va a modificar las constantes fisiológicas del cuerpo, el tiempo de dos horas se tendría que disminuir.

La identificación del ofidio que muerde es importante, ya que los pacientes cuando llegan a la atención médica solo expresan lo acontecido, entre el pánico, miedo, temor e histeria, muchas veces no saben qué tipo de víbora fue, y más aún, si es de noche ¿cómo se identifica el tipo de especie? Cuando hay luz se puede registrar y muchas personas tienen dispositivos electrónicos que pueden capturar la imagen del reptil, mientras no se comprometa la seguridad del individuo, esto ayuda al personal de salud a identificar.

Martínez Ortiz narra que en una de las experiencias que supervisó le comentaron: “Doctor, acaba de llegar un paciente que fue mordido por una coralillo, pero no estamos seguros, hablamos con el paciente y está estable, orientado, platiqué con él y me comentó que lo mordió una serpiente de rayitas”, cuando le mostraron la foto –sigue narrando el doctor- “en ese momento di órdenes de que detengan la intervención hospitalaria, pues no va a pasar nada, le expliqué que no es una serpiente venenosa que le vaya a matar, sí tendrá dolor, también sangrará y habrán inflación, pero no va a fallecer”.

Es importante identificar serpientes venenosas como la cascabel, la nauyaca, la cuatro narices o huolpoch, que vienen de una misma familia y el antídoto para las cuatro es el mismo. La más venenosa es nauyaca, una serpiente que puede medir hasta los dos metros; la huolpoch es un poco más pequeña, más gordita y tiene en su cabeza un bozal blanco con líneas en las partes finales de los bordes de la cara, es muy venenosa, agresiva y su veneno ocasiona hemorragia; la víbora de cascabel, que es la más temida y conocida, amerita un tiempo de respuesta breve para no comprometer la vida; y la nauyaca, una serpiente muy venenosa cuyos efectos pueden ser neurotóxicos, destruyen el tejido y dejan negra la parte que muerden.

Las serpientes nunca nos van a agredir porque quieran hacerlo, por lo general siempre se defienden, quieren huir y suelen dar un aviso previo, cuidado con el manejo de las culebras al tratar de manipularlas, ya que mientras más se estrese el animal, es cuando más va a morder, a la primera oportunidad va a inocular todo el veneno que trae, son animales que merecen mucho respeto.

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