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El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su gira por Yucatán, al ser interrogado sobre la reforma electoral, externó que es absolutamente respetuoso de la ley y del derecho a manifestarse. Fue muy claro al decir que no aceptaría ninguna modificación al planteamiento de sus propuestas que: “es autentica y solo para buscar el bienestar del pueblo, no aceptaría ninguna enmienda o corrección al proyecto original”.

Entre las propuestas se plantea la reducción del financiamiento público a partidos políticos solo para campañas electorales, ésta parecería muy noble, pero es peligrosa, ya que en los hechos nos demuestra que los cárteles del crimen organizado han secuestrado grandes extensiones de territorio, en donde no sólo imponen el terror, sino que obligan a los ciudadanos a votar por un candidato o un determinado político, como sucedió en Michoacán, Sinaloa y Guerrero.

Anabel Hernández, autora del libro “Los señores del narcotráfico”, donde denuncia a Genaro García Luna por sus nexos con el crimen organizado y que tanto le sirvió a AMLO cuando era líder opositor, precisa en su columna contracorriente El “narcopacto electoral” entre los hijos y hermanos de “El Chapo” con Morena.

La familia de “El Chapo”, que controla una facción del Cártel de Sinaloa, hizo un pacto electoral con Morena a cambio de impunidad, un “narcopacto”. Durante los comicios para la gubernatura de Sinaloa y algunas presidencias municipales, efectuados 2021, integrantes de Morena hicieron un “narcopacto electoral” con Iván Archivaldo Guzmán Salazar, alias “El Chapito”, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera. Este, junto con sus hermanos “Los Chapitos”, comandan una de las facciones del Cártel de Sinaloa, así como con sus tíos, Aureliano y Miguel Ángel Guzmán Loera, también involucrados en narcotráfico. Esto lo afirman fuentes directas que conocen de primera mano los hechos y lo corroboran personas que han formado parte del equipo cercano del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quienes aseguran no desconoce ni desaprueba dicho acuerdo.

El propósito del acuerdo fue que los hijos y hermanos de “El Chapo” se sumaran a la bendición dada por Ismael Zambada García, el líder máximo del CS, y ayudaran a que Rubén Rocha Moya, candidato de Morena-Partido Sinaloense (PAS), ganara la gubernatura de Sinaloa y que apoyaran a candidatos de la misma alianza en otras posiciones. Con el fin de que la familia de “El Chapo” operara en la elección, se realizaron reuniones claves con morenistas: al menos dos con Iván, considerado líder de “Los Chapitos”, en Culiacán. Y al menos una con “El Guano” y “El Mudo”, en La Tuna, Badiraguato, en la casa de Consuelo Loera, la mamá de Joaquín Guzmán Loera, a quien AMLO saludó personalmente en 2020, durante los peores momentos de la pandemia de Covid-19.

La condición de “Los Chapitos” y sus tíos para ayudar a Morena fue que se frenara cualquier persecución y órdenes de captura con fines de extradición. Un año después, AMLO ha pedido públicamente que el “Triángulo dorado” -como se conoce desde hace décadas al vértice formado entre Sinaloa, Durango y Chihuahua, donde han germinado los grupos narcotraficantes más poderosos y sangrientos, y uno de los principales centros de producción mundial de heroína-, sea ahora llamado “Triángulo de las personas buenas y trabajadoras”

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