Hace unos años algunas personas tomaban como chiste la frase que decía que alguien no leía los periódicos por higiene elemental, o sea, para no llenarse la cabeza de preocupaciones, así fuesen los problemas importantes que padece nuestro país. Esa posición sólo muestra a alguien sin el carácter suficiente para enterarse de lo que está mal y requiere de la participación de todos para corregir las cosas.

A nosotros, que llevamos 44 años de trabajo en medios de comunicación, ese enfoque de evasión, como dicen que hace el avestruz cuando presiente un peligro, nos parece erróneo, primero porque las noticias malas se divulgan como un servicio de emergencia, un llamado a la precaución, una exhortación a no descuidar lo que los lectores más quieren, como su familia, dinero, casa, etc. Y segundo, las noticias positivas están ahí para levantarle el ánimo, llevarlo a un pensamiento positivo para ver las cosas buenas de la vida y utilizarlas como base para los planes que puede desarrollar para su propio bien y el de sus seres queridos.

Hace dos días, por ejemplo, vimos en portada una nota principal de Novedades Yucatán que reproduce la opinión de Sergio Díaz, director de la firma Vestiga, quien afirma que es válida la percepción de que puede haber una recesión alta entre los empresarios mexicanos, según monitoreos del Inegi, para el cual él también trabaja.

Optimismo o pesimismo aparte, hubo en el mensaje del Sr. Díaz algo que debería hacer que levantemos nuestras antenitas de vinil: los estados que tuvieron mayor participación en la exportación de productos agrícolas son Michoacán (22.3%), Sonora (20%), Sinalo a 13.5%), Baja California (10.4%) y Guanajuato (5.4%). Esas cinco entidades acumulan el 72.5% de las exportaciones agrícolas de México.

Cerca de las dos notas anteriores citadas hay otro par cuya lectura uno no se debería perder. Una es un amplio estudio que advierte de los inconvenientes del “trabajo híbrido”, que consiste en que el empleado labore al menos dos días en su casa y los demás en la oficina. Muchos creyeron que era una gran idea, pero la mayoría se ha decepcionado porque resulta fatigoso llevar todas sus cosas de trabajo de un lado a otro, además de que con tal esquema las dificultades de la casa alcanzan la oficina y viceversa. La clave está en que sea el empleado quien elija dónde laborará cada día.

Por último, una nota exhorta a las personas demasiado crédulas para que no caigan en la trampa que les ponen vía telefónica a nombre de presuntos bancos que están buscando personas a las cuales otorgarles créditos llenos de ventajas, como pagar compras a meses sin intereses, usar esos planes de viajar ahora y pagar después, y saldar a plazos utensilios o aparatos domésticos y otras cosas.

¿Ya ve cómo sí se entretiene, aprende y acumula conocimientos quien sabe leer las noticias en los medios impresos o digitales?