Con la venia de nuestros lectores abordaremos hoy dos temas que fueron los títulos principales de las secciones nacional-internacional del reciente viernes 25 y de anteayer, sábado 26. La edición sabatina nos trajo la revelación de que primos y amigos de los hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador han sido colocados en puestos clave del Gobierno Federal, donde ganan sueldos arriba de los $100 mil mensuales, aunque tengan poco tiempo de haberse graduado y poca experiencia en el área donde los han colocado.

La nota, distribuida por el periódico capitalino Reforma, lució el título “Red de nepotismo alrededor del Presidente de México”, con una bajada o sumario que no deja lugar a dudas: “Primos y allegados a los hijos de Andrés Manuel López Obrador ocupan cargos muy bien remunerados, o se encargan de millonarios proyectos, en el Gobierno Federal o dependencias”.

Esos señalamientos basados en investigaciones, hechos por la asociación civil Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), han de ser como mazazos a la cabeza de los seguidores de AMLO, a quien muchas veces escuchamos asegurar que la corrupción desapareció desde el momento que él tomó posesión de su cargo. Pues para estar muerta, esa lacra parece demasiado viva, ¿no?

La otra noticia que ofrecimos comentar aquí fue la principal de la sección nacional-internacional del reciente viernes 25. También de Reforma, la nota señala que “la transparencia e información pública del sector energético han disminuido considerablemente en esta administración, lo que afecta el desarrollo de investigaciones y nuevas inversiones”, de acuerdo con el Programa de Competencia y Regulación de México Evalúa.

¿Y cuál es la consecuencia de esas omisiones? Ana Lilia Moreno, coordinadora del programa, detalla “que las empresas estatales o los reguladores estén ‘capturados’ afecta a ciudadanos por falta de acceso a la información, y al sector privado porque las inversiones no llegan por el clima de incertidumbre o corrupción, pues el gobierno con esas acciones favorece la negociación en lo oscuro”.

En este punto tenemos que citar de nuevo el estancamiento de poco más de 10 proyectos para construir plantas eólicas o fotovoltaicas que produzcan más energía eléctrica para abastecer a nuestro estado, y así apoyar a inversionistas nacionales y del extranjero para que generen empleos.

Quien diga que en la actualidad el campo yucateco está saturado de nuevos empleos miente o le han mentido. Y además deberíamos advertirle que tiene que actualizar sus cifras (como sugiere Evalúa), porque cada vez hay menos especies animales o vegetales que puedan explotarse provechosamente, en beneficio de los jóvenes que viven fuera de Mérida. Si estamos equivocados que nos lleven a ver esas nuevas empresas que generan tantos empleos: pagaríamos nuestra gasolina, para no serles gravosos.