El porvenir de una nación
Héctor López Ceballos: El porvenir de una nación.
No cabe duda de que ayer acabó uno de los sexenios más importantes en la historia del país, y comienza hoy uno que terminará por definir los siguientes treinta años para México.
Guste o no la postura política y el actuar del ahora ex presidente López Obrador, está claro que impactó profundamente no sólo en la política de nuestro país, sino en las estructuras sociales y la conciencia colectiva. Ni Vicente Fox, Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto lograron dictar la agenda pública durante todos y cada uno de los días de sus respectivos mandatos. El fenómeno de Andrés Manuel, de hecho, era motivo de discusión hasta cuando no se asomaba a los reflectores. ¿Qué Presidente de la historia moderna ha logrado esos efectos? La innegable polarización en la que estamos sumergidos es, de hecho, una clara muestra del impacto que tiene un discurso en todas las clases sociales. El hecho de discutir tan airadamente sobre aeropuertos, refinerías, vacunas, educación y finanzas, sea cual sea el resultado del actuar del Gobierno en esas áreas (eso es otro tema), da muestra de los efectos que este Gobierno tuvo en el grueso de la sociedad mexicana.
Ahora tocará a Claudia Sheinbaum definir el destino de México para las siguientes tres décadas, cuando menos. Su Gobierno necesariamente deberá atender las asignaturas pendientes de este primer sexenio de Morena, o jugarse la altísima popularidad que, ciertamente, les dio el visto bueno para continuar con el proyecto obradorista. Aunque con sus evidentes matices, no hay que desdeñar la historia reciente que dio al PAN la oportunidad como primera alternancia democrática, y que solamente duró doce años.
Sería masoquista que cualquier persona desee que este Gobierno fracase. Al contrario, todos esperamos que el Ejecutivo Federal atienda lo que por una razón u otra no se atendió antes, como el tema de la seguridad, la salud y la educación postpandemia en el país, tópicos en los que lamentablemente no ostentamos los mejores indicadores a nivel internacional. También será de suma importancia aprovechar el bono demográfico y su relación directa con el “nearshoring”, materias en las que el ahora secretario de economía, Marcelo Ebrard, ha mostrado buenas capacidades. Por lo pronto, es todo un logro digno de reconocimiento que hoy haya tomado protesta como Presidente Constitucional una mujer por vez primera en la historia de nuestra nación. Estaremos pendientes, esperemos, otros seis años desde la albarrada.
La misma esperanza cabe, por supuesto, para nuestro Estado. Que a Yucatán le vaya bien es la prioridad de todos los que amamos esta tierra, sin lugar a dudas.