La escritora más importante del siglo XX
Hortensia Rivera Baños: La escritora más importante del siglo XX.
Me llama la atención el ingrato espacio que se le otorga en librerías del Estado a una figura tan importante de la literatura y el feminismo en Latinoamérica, como es Rosario Castellanos. Novelista, poeta, ensayista, dramaturga y diplomática, una de las escritoras más completas como lo fue en su época Sor Juana Inés de la Cruz, quien, de igual manera, carece de un espacio significativo en los estantes de libros de las principales librerías.
Rosario Alicia Castellanos Figueroa nació en la Ciudad de México el 25 de mayo de 1925. Sus padres inmediatamente la trasladan al sur de México, y, en Comitán, Chiapas, vive su infancia y su adolescencia. Fue testigo de la desigualdad social, el racismo y toda clase de injusticias que los acaudalados finqueros cometieron con los indígenas chiapanecos. Esta etapa tan significativa marca su vida y su quehacer en las letras. Siempre rezagada en el seno familiar por su condición de mujer, Castellanos convive con la soledad de una manera lo suficientemente astuta como para convertir su despoblado despertar a la vida, en una marejada de libros tomados de la biblioteca de su padre, los cuales leía ávidamente. Su encuentro con las letras fue tan significativo que, a la edad de 15 años, publicó sus primeros poemas en un periódico de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. De esta manera comienza su vida como escritora.
Mujer que utilizó las letras como puente entre su sentir y la vida cotidiana. De palabras poderosas y prosa poética curtida de detalles, uno de sus primeros libros de poemas “Bella dama sin piedad”, nos muestra la cara vulnerable de una mujer, que siempre llevó a cuestas el sufrimiento. Por otro lado, la ironía fue un recurso literario que transformó muchos de sus escritos, convirtiéndolos en documentos tan importantes como fundamentales en su literatura feminista. “El eterno femenino” es un ejemplo de ese regocijo que jamás pasará inadvertido en Rosario: protagonistas de esta obra teatral de tres actos, mujeres vírgenes, esposas en la cotidiana y ambigua sumisión, madres abnegadas, y el verdugo tan implacable como ridículamente hilarante del hombre machista. Esta obra la escribió en la etapa final de su vida, Rosario Castellanos muere siendo embajadora de México en Tel Aviv, el 7 de agosto de 1974, a causa de una descarga eléctrica.
“Balún Canán”, “Oficio de Tinieblas” y “Ciudad Real”, son novelas indigenistas que muestran un panorama desolador del indígena chiapaneco. “Poesía no eres tú”, “Mujer que sabe latín”, “Álbum de familia”, son algunos de sus libros que, en la dificultad por adquirirlos, seguirán recogiendo telarañas en bazares de libros viejos, sitios olvidados por las editoriales que no apuestan por las nuevas ediciones. Sin embargo, los que valoramos las letras, sabemos de la revolución literaria que se gestó en las manos de esta maravillosa escritora mexicana y seguiremos abogando por las reediciones de sus libros.