Una contribución a la cultura de la paz

Ivette Laviada: Una contribución a la cultura de la paz.

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En días pasados se celebró en la ciudad el Congreso Internacional de Arbitraje y Mediación, en el cual expertos de distintos países nos compartieron su experiencia y casos de éxito para contribuir a la cultura de paz con métodos alternativos para la solución de conflictos y controversias.

¿A qué se refieren dichos métodos? Son las diversas opciones que ofrece el Estado para solucionar los conflictos entre las personas físicas o morales sin la intervención de un juez, pero con la misma validez legal de forma ágil, eficiente y eficaz.

La Mediación, Conciliación y Arbitraje son algunos de los métodos que contempla la Ley, en ellos se ha estado trabajando desde hace algunos años tanto en el Poder Judicial como en las Procuradurías, así como también en instancias privadas.

¿Porqué le apostamos a esto algunas personas? La respuesta es simple: queremos y apreciamos vivir en paz.

La construcción de la paz se inicia en casa, en familia aprendemos a dirimir los conflictos o a llevarlos a dónde vayamos.

Los ámbitos en los que nos desenvolvemos se van trastocando cuando no sabemos como resolver nuestras diferencias con los demás; vemos problemas entre vecinos, en los centros de trabajo, en las relaciones comerciales, en los matrimonios, en las familias y ya ni los niños escapan a esto, algunas escuelas ya no son un sitio seguro por la aparición del bullying. Estos problemas son el retrato de la sociedad “conflictiva” en la que vivimos.

El reto es cambiar el paradigma, tenemos muy arraigado que en los conflictos hay un ganador y un perdedor, un malo y un bueno, es parte de nuestra cultura y eso es lo que queremos cambiar.

Si bien es cierto que la ley nos ofrece que ante un conflicto podemos demandar a la parte y que nos reparen el daño, también es cierto que las sentencias de los jueces no se cumplen a cabalidad, el porcentaje es menor al 20%. Y el conflicto crece, no termina.

Sin embargo, las controversias resueltas por la vía de la mediación alcanzan un porcentaje de cumplimiento cercano al 90%, el conflicto sí termina.

Una diferencia enorme ¿verdad? Lo que sucede es que en la sentencia dictada por el juez, no se toma en cuenta lo que piensa cada parte, su situación específica, cómo llegaron hasta allí, pues es obvio que si existe una relación entre ambos, esta empezó de manera pacífica, sea una relación comercial, sentimental, familiar o de cualquier índole.

Las bondades de la Mediación se aprecian desde el primer momento, ya que si las partes solicitan la mediación, ya tenemos el primer acuerdo entre ambos y lo que sigue de parte del mediador quien es neutral e imparcial es facilitar la comunicación de modo que sean las mismas personas quienes encuentren un acuerdo satisfactorio para ambas partes, y que se considerará como cosa juzgada con la misma validez de una sentencia.

Las partes en conflicto que optan por la mediación indudablemente le dan mayor importancia a restaurar la relación entre ambos que al problema en sí y los mediadores cuentan con el entrenamiento para ver en cada crisis de los demás una oportunidad para restaurar la paz.

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