Conocimiento, dando saltos con garrocha

Jacinto Herrera León: Conocimiento, dando saltos con garrocha.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Cada vez que escuchamos de alguna “nueva enfermedad”, es el resultado que a través de las herramientas científicas se alcanza y nos permiten desentrañar lo antes inimaginable. Conocer los alcances y potenciales daños al cuerpo de “raras patologías”, son tan sólo una muestra de cuánto nos falta por conocer en el mundo de la medicina.

El que ahora entendamos y tratemos de forma acertada muchas dolencias después de analizarlas a profundidad, nos ubica cronológicamente dentro de la época moderna, teniendo como parteaguas el avance acelerado de la tecnología. En tan sólo 50 años se ha dado un boom revolucionario, pasando de poco o nada, a mucho.

Ya no hay “sabios”, cotidianamente se rompen paradigmas. Hasta hoy lo conocido tiene explicación, dando pie a otros entornos incomprendidos. Cualquiera puede acceder a lo inimaginable si así lo desea, importando poco los obstáculos. En el mundo hay quienes lo tienen todo, pero carecen de voluntad y actitud, siendo el lamento su único refugio. Contrariamente para otros, el infinito es el límite de su desarrollo y crecimiento, minimizando carencias, creciéndose ante la adversidad; esos son los que a la larga triunfan.

Quisiera con estas reflexiones, cual preámbulo, abundar un poco sobre la historia de las enfermedades, que, con larga travesía, asolaban y cobraban vidas, sin encontrarse para muchos males remedio. El Hombre de Neandertal, la historia clínica más antigua, es equiparable a la historia clínica de las artropatías padecidas por el ser humano, en la prehistoria la enfermedad se escribió sobre el propio paciente, dejando grabado en sus huesos las huellas de su patología.

Las dos afecciones reumáticas de las que la paleontología tiene testimonios son: la artritis y las artrosis (una inflamatoria en jóvenes y otra degenerativa en mayores de 50 años). De allí nos trasladamos a la Mesopotamia y Egipto, cuyos médicos conocían el arte de “colocar adecuadamente los fragmentos de huesos fracturados”. El Papiro de Edwin Smith, del siglo XVII a.C., es un auténtico tratado de cirugía semicientífica que aborda manejos terapéuticos de procesos articulares.

Continuando con saltos en la historia, dentro de cuyo espacio quedan anécdotas y pasajes, llegamos a Ambrosio Paré, galeno del siglo XVI, quien escribió el “Tratado sobre las Heridas producidas por Proyectiles”, y para cerrar este breve recorrido, llegamos a los esbozos de la anestesia con William T.G. Morton, quien destacaba que conseguir el profundo sueño que atenúe o suprima el dolor quirúrgico pareció durante siglos un empeño imposible.

Esa ambición por el conocimiento ha permitido dar saltos “con garrocha” inimaginables, con logros medibles en salud. Ahora nos lleva tan sólo semanas o meses alcanzar objetivos. Sigamos con ética, profesionalismo y actitud de servicio, dejando huella que caracterice a esta nueva generación al servicio del colectivo.

Lo más leído

skeleton





skeleton