Puntual obediencia contra la enfermedad
Jacinto Herrera León: Puntual obediencia contra la enfermedad.
Abriendo el octavo mes del año, y dentro del panorama general, persisten los nubarrones para los cuales debemos de estar preparados, ya sean percibidos desde barlovento o sotavento. Inflación, falta de empleos, remuneración inadecuada, inversión externa a la baja, enfermedades infecciosas “in crecento”, entre muchos otros, los cuales de forma armoniosa le han hecho coro a la baja producción interna del país y a la información a modo, lacerando las entrañas de los moradores del Mayab. Por lo tanto, hoy más que nunca, desde el punto de vista de la salud -cual arista de impacto-, me centraré en la atención oportuna y apego al tratamiento ante la embestida sorpresiva, haciendo caso omiso a la ceguera política en la que primero está el turismo ($) y luego el bienestar colectivo.
Dentro del complejo entramado que representa el restablecimiento de la salud, se encuentran infinidad de actores y herramientas que van desde el paciente con su aviso oportuno a la familia, atravesando por circunstancias como traslado, acompañamiento, consulta, surtimiento y consumo de insumos terapéuticos, etc. Todos importantes pero, hoy como nunca, el servicio y apego a la prescripción son piedra angular. La responsabilidad en cuanto a contener el número y variedad de patologías actuales radica en las buenas estrategias, cuando de políticas de salud hablamos. En cuanto a la resolución de enfermedades se requiere de la corresponsabilidad ciudadana, ya que son quienes están obligados a realizar cambios en su estilo de vida. Es un compromiso compartido.
Dentro de las razones detectadas para no llegar a la meta trazada, nos encontramos con la falta de adherencia (obtención de la medicina, toma oportuna y tiempo indicado), dificultando alcanzar los resultados óptimos (OMS y antibióticos). Cual efecto dominó, esta falta de adherencia lleva a complicaciones, secuelas, e inclusive la muerte. Sumándole gastos del bolsillo innecesarios, que en conjunto se convierten en una pesada losa económica. Recordemos que no importa lo específico y/o moderno que sea el insumo terapéutico, este sólo funcionará sí es administrado de forma docta y oportuna.
Con base en mi especialidad y experiencia, se ha encontrado que entre el 30 y el 80 por ciento de los dolientes con alguna patología reumática abandonan el tratamiento, esgrimiendo costo del medicamento, creencias, efectos secundarios, expectativas altas (mejorar de inmediato), ser dependiente de terceros, cansancio, estado anímico y edad, entre muchos factores. ¡Trabajo en equipo para alcanzar la victoria!
Finalmente, entendamos que la adherencia al tratamiento por parte del paciente implica un gran reto para todos los involucrados en la atención, las creencias y la desinformación que obtienen por medios no científicos son un obstáculo. Los profesionales de la salud insistiremos en derrumbar las barreras que impiden alcanzar los resultados esperados. En cuanto a la ineficiencia política, existen hechos lamentables. Tomemos las riendas de nuestra salud.