La biblioteca de señoritas del Instituto Literario de Niñas

Joed Amílcar Peña Alcocer: La biblioteca de señoritas del Instituto Literario de Niñas.

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Por decreto del 9 de marzo de 1868, un año después de la creación del Instituto Literario del Estado, Manuel Cepeda Peraza creó el Instituto Literario de Niñas asignándole como local el antiguo convento de las Monjas Concepcionistas. Lamentablemente no se logró su apertura sino hasta el 16 de septiembre de 1877.

Las estudiantes que se matricularon en el Instituto recibieron enseñanza que cumplía de manea cabal con las exigencias formativas para la mujer del siglo XIX, se les impartió cursos que abarcaban el dibujo, las modas, la música, la lectura y escritura y, además, la teneduría de libros.

Una de las mejoras más significativas para la comunidad del Instituto fue su traslado a una nueva sede en 1884, siguiendo con la mejora de sus condiciones de enseñanza, cuatro años después, se verificó la apertura de su biblioteca. Rodolfo Menéndez celebró la inauguración de la “primera biblioteca para señoritas de Yucatán” con un artículo publicado en La Escuela Primaria, en el aseguraba que “no bastan universidades, colegios superiores, ni escuelas primarias y rudimentarias” para satisfacer y hacer llegar a toda la sociedad “el portentoso movimiento intelectual de nuestros tiempos, la biblioteca era “el establecimiento llamado naturalmente a difundir la luz del saber”.

Para la conformación de la colección de esta nueva biblioteca se adquirieron enlibrerías de París, de la Ciudad México y Mérida aproximadamente 300 ejemplares de libros encuadernados a la rústica y a pasta dura, se adecuó en espacio amueblándolo y decorándolo para sus nuevas funciones. Se había convocado a un considerable número de personas para la fastuosa inauguración programada para el 16 de septiembre de 1888.

El oficio de envío de las colecciones de libros al Instituto está fechado el día 14 de septiembre, por lo que sólo se tuvieron dos días para la organización, acomodo y habilitación de servicios al público. Rita Cetina Gutiérrez fue la directora en quien recayó la meritoria labor de preparar la biblioteca, para esta distinguida profesora y escritora el nuevo espacio literario y académico era “una importante mejora, que tan necesaria era ya para el adelanto de la mujer, es una prueba más del celo y afán que siempre ha manifestado ese Superior Gobierno por la prosperidad y engrandecimiento de nuestro Estado”.

Las mejoras en el Instituto Literario de Niñas continuaron, aunque no todos fueron tan progresistas como inaugurar una biblioteca. En 1898, Adolfo G. Cantón deseando contribuir con su “grano de arena para hacer más grande la santa causa de la instrucción popular” donó al Instituto literario de niñas una máquina de costura Singer completamente equipada. No faltaba mucho para que la alborada del siglo XX mostrara los primeros destellos de los cambios que vinieron de la mano con el feminismo.

La biblioteca para señoritas del Instituto literario de niñas fue uno de los primeros pasos que llevaronal “adelanto de la mujer” en el nuevo siglo.

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