Asamblea cantinera: de sabios, poetas y locos

José Luis Ripoll Gómez: Asamblea cantinera: de sabios, poetas y locos.

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Con cerca de 42 grados a la intemperie, siete amigos compartimos en una tarde de primavera una mesa en céntrica cantina. Todos queremos tomar la palabra como si otorgara ipso facto, poder. “El poder no es, se ejerce”, sostiene Foucault. No es un banquete como el de Platón. Nadie se siente émulo de Sócrates en esta relajada asamblea.

Cada quien tiene su daemon (demonio interior según Sócrates, el Tábano de Atenas). Pero sin caer en hipocresías mundanas soltamos nuestras verdades al ritmo de un vodka liberador. No obstante, las bebidas etílicas, los convencionalismos sociales son difíciles de erradicar. Los prejuicios se imponen de igual manera. Albert Einstein se atrevió a sentenciar: “Es más fácil pulverizar un átomo que un prejuicio”.

En las cantinas se abordan temas que en otros lugares quizá sea arriesgado discutir. Cada comensal da su versión de la vida, habla de macroeconomía sin ser conocedores, al menos de la escuela de la economía clásica de David Ricardo o Adam Smith. Dicen inconsistencias bajo la óptica de Lin Yutang: “Quizá no comprenda la economía pero tampoco la economía me comprende a mí”. No se limitan. Sueltan de vez en cuando alguna carcajada. Se trata a toda costa de evitar una moderna torre de Babel.

Al calor de las siempre limitadas botanas, platicamos sobre filosofía mundana y hacemos significativos esfuerzos por entender a Nietzsche y Marx. No hay cacahuates, según el mesero, por razones de carestía del producto. Nos desquitamos con la infalible higadilla. Entre las aportaciones de Epicuro y Aristóteles llega la calabaza y el frijol refrito simple, ese que no lleva manteca. “Comamos y bebamos, que mañana moriremos”, dice la Biblia.

De pronto surge el tema político. En esta democrática mesa cantinera hay chairos y fifís, de sabios, poetas y locos todos tenemos un poco. ¿Se podría evadir hablar de AMLO o de las reformas legales de Mauricio Vila? Imposible. Los que están con Andrés Manuel defienden a capa y espada sus programas sociales, mientras los detractores arremeten con furia contra las mañaneras y las contradicciones del político tabasqueño. De Vila hay la unanimidad del gandallismo. A decir de Aristóteles: “Fuera de la sociedad, el hombre es un bestia o un dios”.

En esta tertulia no puede faltar los temas de moda, los “no binarios” y “el lenguaje inclusivo” hasta los “todes” y “magistrade”. En el primero, se esgrimen violaciones a los principios lógicos de la razón: el principio de identidad, de no contradicción y tercero excluido, entre otros. En cuanto a los segundos, los puristas del lenguaje, hablan del masculino inclusivo, que está siendo atacado por supuestos temas de géneros inexistentes.

Tampoco falta en esta reunión quien se siente poeta erótico y sin pena pide permiso para leer sus versos dedicados a afrodita. En palabras de Octavio Paz: “En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación”. Entre estrofas y rimas referentes a muslos llega la cuenta incluida la propina, dividimos democráticamente.

Absortos emprendemos la retirada. Una duda queda dando vueltas en mi cabeza, ¿estoy loco en un mundo de cuerdos o estoy cuerdo en un mundo de locos?

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