En el 40 Aniversario de la Autonomía Universitaria
José Ramón Pérez Herrera: En el 40 Aniversario de la Autonomía Universitaria.
Hace unos días se conmemoró el cuadragésimo aniversario del reconocimiento de la Autonomía de nuestra Máxima Casa de Estudios del Estado. Este es uno de los hechos históricos más importantes de la centenaria institución universitaria. La relevancia de este acontecimiento radica en el que la Universidad de Yucatán obtuvo la posibilidad de proteger, bajo un marco legal legítimo, sus aspiraciones de constituirse según sus intereses y capacidades académicas, intelectuales, culturales y sociales, pero siempre con un estricto sentido de servicio a las necesidades de la sociedad yucateca.
La esencia de las universidades públicas del siglo XX y XXI se basa en la idea de la AUTONOMÍA, la cual les permite constituirse en función de los fines académicos para las que fueron creadas. En este sentido, es imprescindible destacar que esta figura política, jurídica, social es fruto de luchas, como la ocurrida en 1918 en Córdoba, Argentina, que buscaba justicia, así como romper con los caducos esquemas del statu quo, en la que sólo unos pocos podían acceder a la educación superior.
Adrián Acosta Silva, en “El poder de la universidad en América Latina” (2020), señala que ese movimiento estudiantil por la autonómica “sentó las bases tanto de un nuevo modelo de legitimidad política como de representación social en las universidad latinoamericanas y caribeñas, cuya vigencia perduraría durante prácticamente todo el siglo XX”. Esta situación, de alguna manera, también influyó en el caso yucateco. En 1922, Felipe Carrillo Puerto decretó la fundación de la Universidad Nacional del Sureste, hoy Universidad Autónoma de Yucatán, y desde entonces reconoció su carácter autónomo.
La Autonomía de la Universidad de Yucatán se estableció de forma explícita con la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Yucatán de 1984, bajo el patrocinio del gobernador Víctor Manuel Cervera Pacheco y que el H. Congreso del Estado aprobó. Esta Ley fue fruto de un arduo trabajo de la comunidad universitaria y que encontró apoyó entre las autoridades estatales para obtener dicho reconocimiento.
Hoy, la Autonomía de nuestra Alma Máter se nutre en la pluralidad de ideas y posturas, de la crítica y la reflexión que se fomentan en su seno, en el quehacer que las y los trabajadores universitarios realizamos de forma cotidiana para crear las condiciones indispensables para que los estudiantes aprendan, crezcan y se formen de manera integral. Los universitarios tenemos un compromiso irrestricto con la sociedad a la que nos debemos y en ese sentido, la Autonomía es imprescindible para el correcto funcionamiento de esta centenaria institución educativa.
Recordar y rememorar estos eventos es fundamentales para crear ese sentido de comunidad que toda institución de esta naturaleza busca entre sus integrantes. Por ello, se anunció el lanzamiento de la docuserie “La Autonomía UADY. Un viaje en la histórica”, el cual está compuesta de tres capítulos en los que son entrevistados personajes claves en el proceso autonómico de 1984. Finalmente, el anuncio de la propuesta museográfica para la “Sala Felipe Carrillo Puerto” refleja el interés de la institución por su historia y su actuar en estos tiempos de cambio.