Al día de hoy… no me importa
Juan Manuel González Ponce: Al día de hoy… no me importa.
Si anduviéramos por la vida preocupándonos por las cosas o personas que nos rodean, sin una razón de peso, probablemente no llegaríamos a vivir una vida plena y seguro no alcanzarías ni a los 50 años de edad. Y es que nos encontramos en un punto en el camino en el que tenemos que decidir, dejar ir o soltar cosas o personas para poder seguir adelante sin que nada nos detenga, porque esto ya se convierte a veces en cuestión de salud. Lo que sí es un hecho, es que en ocasiones estas preocupaciones, o importancia que le damos a ciertas cosas, están totalmente fuera de proporción, incluso fuera de lugar.
Aquí te menciono 5 cosas que no te deberían importar:
1. Lo que la gente piense u opine de ti: Si no me importa lo que la gente que me “conoce” piense de mí, imagínate la que no conozco. Nuestra cultura es muy dada a que personas que ni te conocen hablen de ti en primera persona como si ellas hubieran convivido contigo de una u otra manera. Como si su opinión fuera de vivencia personal. Que cada quien piense y adopte lo que le venga en gana.
2. Religión: Si algo debe regirnos hoy es el respeto, antes que cualquier cosa somos seres humanos. La religión que profeses no tiene porqué interferir en nuestra relación, cualquiera que sea esta. Mientras de ambos lados haya respeto, la religión no es impedimento para lograr relaciones fructíferas en la vida.
3. Género: Cuando hay una relación personal o profesional, no debo fijarme en el género de la persona, pues al final somos eso, personas. Que comparten puntos de vista, gustos, aficiones, profesiones, experiencias, etc. Incluso en lo profesional, no debes tener preferencias de género para ocupar un puesto, a menos que sea algo extremadamente pesado.
4. Raza o nacionalidad: Si al día de hoy nos fijamos en colores, razas o nacionalidades, tenemos un problema serio de educación, enseñanza, carácter y forma de pensamiento. No se cuáles sean tus principios para poder determinar o juzgar a una persona por su color, raza o nacionalidad. Tus valores valen nada, eso te lo garantizo.
5. Gustos personales: Los gustos personales de cada quien, como su nombre lo indica, son “personales”. Esto es que a ti te puede gustar lo que te dé la gana y punto. No tiene porqué gustarme lo mismo que tú o lo mismo que a tus padres o lo mismo que a mis amigos. Si yo me siento incómodo con tus gustos, mejor me retiro y viceversa. Procuremos el respeto a las personas en general, independientemente de dónde vengan y quiénes sean.