Verdades… aunque las dudes
Juan Manuel González Ponce: Verdades… aunque las dudes.
Cuando somos jóvenes adolescentes, los adultos nos dan consejos o nos comentan frases que no creemos o a las que no les ponemos la atención debida. Luego, al madurar, nos empezamos a dar cuenta que algunas de ellas no solo funcionan a nuestro favor, sino que incluso son más verdad de lo que aparentan. Estos consejos que son la verdad absoluta a pesar de que algunos adultos escépticos todavía no crean en ellas, son el motor de algunas personas que se han dado cuenta de lo mucho que enriquecen el bienestar. Incluso a veces no las tenemos presentes, pero al escucharlas o leerlas corroboramos que son verdad.
Aquí te menciono 5 verdades que son reales aunque no las quieras creer:
1. El Sol inyecta energía: aunque siempre estaré a favor de la frase: “Nada con exceso, todo con medida”… el Sol no es la excepción a la regla en ella, pues a pesar de que mucho Sol nos puede dañar la piel, una dosis exacta de él nos inyecta muy buena energía, incluso podría decirse que es medicinal. Una ración de Sol es necesaria en nuestras vidas, si viene acompañada de mar, mejor.
2. Atraes lo que eres: otra realidad imposible de negar es que precisamente las obras que realizas se te devuelven de manera muy especial y en el momento indicado. Nada es casualidad, es causalidad. Por lo que si tu mente y tus acciones traen mucho desorden, eso formará parte de tu vida con toda seguridad. Obra bien y verás la diferencia.
3. El pedir funciona: sin importar que religión profesas, si es que profesas alguna, el pedir a tu Dios o al universo, de manera directa, orando, en cualquier hora del día, pero pidiéndolo de corazón, tarde o temprano se cumple. Debes tener cuidado pues las cosas que emites en palabras o pensamientos funcionan igual, así es que ubícate del lado de los deseos y no los temores.
4. Una buena actitud cambia la perspectiva: sin importar lo que suceda a tu alrededor, tu actitud determinará cómo tomes ese suceso. El mismo evento puede ser tomado como una total tragedia o como una lección de vida y gratitud. Y lo más irónico es que nosotros decidimos de qué lado queremos estar. En este caso no hay mucho que pensar.
5. El perdón alivia la carga: si bien pudiera ser de las más difíciles de lograr, pregúntale a cualquiera que ha perdonado algo a alguien ¿cómo vive? Y si puedes compararlo, analizando los que guardan su rencor cómo viven, te darás cuenta de la enorme diferencia y de la paz y tranquilidad que conlleva esto.
¡Inténtalo!