Actitud… sobre aptitud
Juan Manuel González Ponce: Actitud… sobre aptitud.
Siempre he pensado que una persona con buena actitud puede llegar mucho más lejos que una con todas las aptitudes del mundo, pero que cuenta con una actitud pésima. En definitiva, las personas con una excelente actitud son libros abiertos a los que se les puede enseñar muchas cosas y siempre tendrán la disposición de aprender. Me queda claro que una persona con ambas, una buena actitud y una buena aptitud, se puede potencializar al infinito, pero el porcentaje de personas que poseen ambas en alto nivel, es muy pequeño. Pero es importante te mencione por qué es preferible una persona con actitud que con aptitud.
Aquí te menciono 5 diferencias básicas entre la actitud y la aptitud:
1. El trabajo: una persona con buena actitud siempre enfocará su trabajo al grupo, le gusta y prefiere trabajar en equipo, mientras que los que tienen enfoque a la aptitud, les cuesta trabajo compartir y tienden a trabajar en solitario, son individualistas. Normalmente no quieren compartir sus conocimientos pues les pesa que alguien pudiera superarlos.
2. Las oportunidades: los que simpatizan con la actitud, salen a buscar las oportunidades, hacen que las cosas sucedan, no esperan que nada les caiga del cielo. Los que van por aptitud, creen que la gente los va a buscar todo el tiempo por lo que saben y esperan las oportunidades. No mueven un dedo hasta que son llamados, pues creen ser merecedores de recibir tratos especiales.
3. La inteligencia: la parte emocional es extremadamente importante para los enfocados en la actitud, usan y desarrollan su inteligencia emocional, antes que nada, pues saben la importancia que tiene en la comunicación. Los enfocados en aptitud, siempre le darán prioridad a la parte académica, al grado de estudios y sus títulos respectivos.
4. La personalidad: la actitud tiende a ser humilde y sencilla, son más proactivos que pasivos y tratan siempre de ayudar a las personas. La aptitud tiende a ser presumida y a ser ególatra. Siempre buscará cómo llamar la atención para que la gente lo mire y logre hacer que hablen de él.
5. Los fracasos: los de actitud siempre reconocerán sus fracasos y se responsabilizarán por ellos. Pagarán lo que sea necesario porque ellos aprenden de sus errores y siguen adelante. Los de aptitud siempre buscarán un culpable por su propio fracaso, porque ellos nunca tomarán responsabilidad de eso. Las diferencias son abismales, pero lo ideal, es la combinación de ambas para fortalecernos más