Vida eterna… a la felicidad
Juan Manuel González Ponce: Vida eterna… a la felicidad.
Siempre he considerado que el fin único en nuestras vidas es ser felices. No considero sea el último, sino el único, pues a partir de ahí comenzaremos a vivir y disfrutar la vida realmente, sin desgastarnos ni perder nuestro valioso tiempo en trivialidades, cosas, personas y eventos que sólo nos roban la energía a lo tonto, sobre todo cuando soltamos esas vibras y enganches que nos ocasiona todo eso y además repelemos a las personas que no nos ayudan en nuestro camino de la felicidad. Aunque ser felices es una decisión, en ocasiones se complica por los obstáculos en el entorno y los beneficios que nos da ser felices, no tiene precio.
Aquí te menciono 5 características de las personas extremadamente felices:
1. Evita los conflictos: las personas felices no tienen tiempo para dedicarle a los conflictos provocados en la inmensa mayoría por las personas tóxicas. Y dejo claro que no huyen de ellos, los evitan, porque saben que no existe el nivel para debatir contra alguien de menor categoría como lo es un succionador de energía. Así es que sólo cambia su página y sigue con lo que venga.
2. Ayuda a más personas: sin importar qué tipo de ayuda sea, las personas felices siempre están dispuestas a apoyar a quien lo necesito, sin esperar nada a cambio. Esto es algo que les nace por naturaleza y por el agradecimiento que sienten hacia las personas que en algún momento las ayudaron a ellas. Si no está en sus manos, aun así buscan quien pueda resolver ese momento.
3. Ríe mucho: sin miramientos y sin importarle lo que piensen de él, la persona feliz ríe y disfruta todo a su alrededor. Lo mejor de todo, es que la risa de una persona feliz, contagia a los demás de manera natural, porque se nota que no es nada falso y por eso causa aún más contagio. La risa es curativa.
4. Aprende mucho: estas personas siempre tienen la humildad de ir aprendiendo y aprovechando lo que es nuevo y les haga tener más conocimientos y mayor experiencia. Están más que dispuestos a que gente experta o sabia les oriente o enseñe cosas que alimenten su cultura en cualquier ámbito y puede ser teórico o práctico.
5. No son presumidos: por la misma humildad y sencillez que los caracteriza, no son personas que se dediquen a andar enseñando lo que usan o lo que visten, incluso suelen y prefieren pasar desapercibidas al respecto. Tampoco andan anunciando y gritando a los cuatro vientos sus viajes, compras, adquisiciones o nada por el estilo.
Ser feliz… es tu decisión.