Una forma de saber cómo nos irá en la temporada de sequía, que ya vivimos, y en la próxima de lluvias y de ciclones tropicales es observar lo que acontece en el hemisferio sur, porque ellos van de primero, es decir, están adelantados en su año meteorológico. En esas zonas y latitudes están por terminar su estación de verano y entrará el otoño, mientras aquí, en el hemisferio norte, estamos por terminar el invierno e iniciar la primavera.

La situación no ha estado nada agradable en el hemisferio sur, pues la sequía estuvo fuerte y extensa, a tal grado, que hasta la fecha hay incendios incontrolables en Chile, Paraguay y el sur de Brasil, con escasez de lluvias, y para la zona del Australia y África del sur, las lluvias por debajo del promedio, lo cual ha provocado también en Australia una oleada de incendios, sin llegar a ser alarmante como en el período de 2019-2020, pero sí es una fuerte sequía.

En la Península de Yucatán acabamos de vivir un muy caliente mes de marzo, en el que se alcanzaron temperaturas récord de 42.2 grados Celsius, superando a la marca impuesta en marzo del 2011, y la casi ausencia de lluvias tiene en jaque con incendios al Estado, y aún no llega la fase crítica de abril y mayo.

Esto significa para nosotros, los del hemisferio norte, que tendremos una sequía fuerte y extensa, y digo extensa, porque ahora en abril y próximamente en mayo estaremos bajo los efectos del fenómeno de “La Niña”, y es en ese momento cuando deberemos terminar nuestra sequía y comenzar las lluvias que serán, según indican los modelos, sobre todo el Cansip, muy por encima del promedio, ya que se espera una oleada de lluvias parecidas a las del año 2020, que fue muy lluvioso.

Y con relación a la temporada ciclónica, esta semana se esperara que en el primer reporte del Dr. Philip Klozbacht, a través de la Universidad Estatal de Colorado (CSU), que emite en la primera semana de abril, quizás indique que será una temporada muy por encima del promedio de formaciones, debido a la presencia del fenómeno de “La Niña”, que disminuye la presencia del viento cortante, por lo que se facilita la formación y la intensidad alcanzar de los ciclones, aumentando el número a formarse.

Las temperaturas en las aguas del Océano Atlántico están, ahora, muy por encima del promedio, y se espera que para junio estén muy calientes, pero como hemos visto en el hemisferio sur, han sido pocos los ciclones, aunque muy intensos y poderosos, y se esperaría que en el hemisferio norte sean muchos y, sobre todo, bastante intensos. Ya las agencias como ACCUWEATHER han dicho que será una temporada muy activa muy por encima del promedio con de 20 a 25 ciclones con nombre, y la TROPICAL RISK también ha señalado que será un periodo activa de formaciones, al igual que la ACCUWEATHER de entre 20 a 25 ciclones con nombre.