Se cree que los ciclones tropicales hacen el mayor daño en el mundo, y se tiene la razón, ya que estos fenómenos son peores que los terremotos y tsunamis, porque la destrucción que provocan dura horas o incluso días enteros, y los terremotos y tsunamis apenas duran segundos o minutos, y en el caso de los ciclones gracias a los modelos matemáticos y a la tecnología se puede anticipar las zonas de afectación, pero déjenme decirles que los huracanes tienen una tarea que cumplir en la atmósfera, y es acabar con el exceso de vapor de agua y humedad, que se convierte en lluvias y viento. Si no hubiera ciclones, los trópicos estarían demasiado calientes para el ser humano y las zonas cercanas a los polos demasiado frías.

Hasta antes de 1990, cuando pasaba por alguna zona un huracán mayor e intenso, el clima cambiaba en la zona afectada y era menos caluroso, algo que ahora no sucede debido al exceso de calor y humedad que provoca el calentamiento global, lo que hace que los océanos se calienten en demasiado generando una cantidad mayor de vapor y humedad, eso provoca mayor cantidad de lluvias y, lo que es peor, mayor cantidad de ciclones.

Siempre me preguntan si son beneficiosos o no los ciclones, y la respuesta es que, además de lo antes descrito, también traen beneficios a los seres humanos de este planeta. A continuación, platicaremos de algunos de ellos.

Los ciclones tropicales combaten la marea roja, ya que las cantidades de bacterias agrupadas que flotan en los océanos son rotas y desbaratadas por estos fenómenos, haciendo menos dañina la contaminación que provoca las mareas rojas, pues los vientos oxigenan las aguas superficiales y ayudan a devolver la vida en el océano en las zonas que fueron afectadas.

Otro beneficio, es que equilibran la temperatura global entre los polos y el ecuador, esto debido al desequilibrio normal que se provoca en las temperaturas, si no hubiera ciclones el ecuador sería mucho más caliente y los polos demasiado fríos, con el consiguiente perjuicio para la vida de los seres humanos.

Los ciclones se alimentan del calor que se genera cercano al ecuador debido a que los rayos solares le dan más energía a esa zona sobre calentando las aguas oceánicas y el aire llega a temperaturas por encima de lo normal, esas zonas se mantienen más cálidas en la estación de otoño.

También ayudan a reverdecer el planeta, ya que los vientos que acompañan a un ciclón soplan y reparten semillas en zonas lejanas, las cuales con los vientos normales no podrían llegar, además disipan el follaje de los árboles, esto ayuda a combatir futuros incendios y los nutrientes frescos y los sedimentos que llevan los huracanes pueden generar nuevos brotes de plantas que más adelante conducirán al crecimiento de la flora y fauna, también, por su fuerza, tiran árboles enfermos que sólo impiden el crecimiento de otros.

También ayudan a mitigar la sequía en zonas donde sólo llueve con la llegada de los ciclones. De igual forma, limpian ríos y arroyos, y la mayor parte de las veces llenan las presas que sirven de abastecimiento de agua a las zonas urbanas.

Como verán, mis estimados, sí es cierto que son letales y destructivos, pero también traen muchos beneficios al planeta, por lo que se concluye que son más los beneficios que generan los ciclones que los prejuicios que provocan.