El pasado viernes 28 de junio de 2024 nació en el Océano Atlántico, cerca de África, la depresión tropical No. 2, un día después se convirtió la tormenta “Beryl”, siendo el segundo ciclón con nombre de la actual temporada 2024 y el primero que surge en el Atlántico, algo que no se esperaba, ya que la formación de ciclones en ese océano es por lo general en la segunda quincena de julio, pero también era algo posible por lo anormalmente caliente de las aguas del Atlántico, lo que generaba expectativa en qué iba a suceder al estar las aguas así de calientes.

Una vez formada esta tormenta, los modelos la ubicaban hacia la zona de las Antillas Menores, en su costado sur, un área que casi nunca ha recibido ciclones a principios de julio; cabe señalar que “Beryl” era de características compacto, es decir que su energía estaría muy cerca de su centro y que si encontraba las condiciones favorables para crecer lo haría rápido, y de lo contrario se debilitaría rápidamente, y no nos dejó mal, ya que empezó a encontrar condiciones favorables y la tarde de ese sábado alcanzó la categoría de huracán 1 de la escala Saffir-Simpson, y ya para el domingo en la tarde era un huracán 4, lo que sorprendió a los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes, manteniendo rumbo hacia las Antillas Menores del sur, este y centro del Mar Caribe, lo que por lógica lo enviaría hacia el occidente del Mar Caribe y, probablemente, a la zona de la Península de Yucatán. Así,“Beryl” inició sus oscilaciones de intensidad propias al ser compacto, ya que el lunes bajó rápidamente a huracán 3 y luego regresó a categoría 4.

Este fenómeno es el primero de la historia por su intensidad para un inicio de julio en la zona del Atlántico. En su trayectoria se enfiló hacia las islas de las Antillas Menores sur y centro, a las cuales azotó dejando muerte y destrucción a su paso,una vez en el Mar Caribe se transformó en un monstruoso huracán 5 con rumbo a Jamaica y con muchas posibilidades de dirigirse a la Península de Yucatán,y en ese momento una parte de la población yucateca entró en pánico y como acababa de cobrar su quincena se lanzó a realizar compras de pánico. En ese contexto, los modelos marcaban que “Beryl” entraría en proceso de gradual debilitamiento debido al viento cortante que había en el Caribe central y occidental, pero pese a eso se debilitaba más lentamente de lo esperado y como huracán 4 azotó y causó graves daños a Jamaica, además de que puso con los pelos de punta a los habitantes de la península de Yucatán.

Al llegar a las islas Caimán se debilitó a huracán 3 y al pararse frente la Península de Yucatán, la tarde del jueves 4 de julio, bajó a huracán 2, siendo que todo indicaba que pasaría por Chetumal y el sur de la Península de Yucatán para salir por Ciudad del Carmen, o entrar siempre por Chetumal y dirigirse al cono sur y salir por la ciudad de Campeche, pero esa noche, “Beryl” volvió a hacer de las suyas y subió a categoría 3, perfilándose a entrar por las bahías Espíritu Santo y de la Ascensión, y dirigirse luego a la ciudad de Mérida para salir por Sisal. Ante esta situación se temió que sucediera como con “Otis”, que en poco tiempo llegó a la categoría 5. Esa madrugada se vio a muchos yucatecos a obscuras en sus techos asegurando tinacos, antenas y aires, y fue una larga madrugada (Continuará).