Historia de los huracanes en Yucatán (II)
Juan Vázquez Montalvo: Historia de los huracanes en Yucatán (II).
Después de casi 11 años de calma para la Península de Yucatán, en 1966, con una trayectoria errática, el huracán “Inez” de categoría 3 de la escala SaffirSimpson, llegó desde las islas de las Bahamas en octubre a las costas de la entidad, donde se realizó la mayor evacuación jamás hecha, sólo comparable con la realizada en septiembre de 1988 ante la llegada de “Gilberto”, que causó mucho daño en los municipios del norte de Yucatán, incluyendo a Progreso, afectando partes del malecón y derribando la estatua de su fundador don Miguel Castro. En la ciudad de Mérida provocó el derribo de postes, árboles y algunas construcciones.
Un año después, azotó “Beulah”, en septiembre de 1967, se le consideró en su época el peor huracán y destruyó la Isla de Cozumel e Isla Mujeres, con categoría 5 y una trayectoria que lo llevó hacia el centro de Yucatán, donde afectó igual a la ciudad de Mérida generando daños considerables.
Después vino un gran descanso en la Cuenca del Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe, que fue roto en 1974 con la llegada de “Carmen”, de categoría 3, que azotó Chetumal y la zona de Bacalar, para después cruzar todo el sur de la Península de Yucatán y salir por la Isla de Ciudad del Carmen, en donde un frente frío generó que se desviara hacia el noreste, por lo que recorrió la parte noroeste de la Península, afectando con inundaciones el norte de Yucatán, incluyendo Celestún y Mérida.
Tras el susto de 1980 con “Allen”, del que se salvó Yucatán, en septiembre de 1988 llegó “Gilberto”, que alcanzó la presión más baja jamás registrada en el hemisferio norte por un huracán con un valor de 888 hPa; antes de ingresar a la zona norte de la Península de Yucatán presentó los vientos con rachas de 340 km/h jamás registrados en la región, dirigiéndose a Cancún -la zona más turística y de lujo del Caribe mexicano-, que en aquel tiempo alcanzaba su máximo boom turístico con visitantes de alto poder adquisitivo, este fenómeno meteorológico también golpeó a Cozumel, Isla Mujeres, Playa del Carmen y Puerto Morelos, a los cuales devastó para luego continuar hacia el oriente de Yucatán, donde ingresó por la zona de Xcán, pasando por Tizimín y saliendo en las inmediaciones de Telchac Puerto, zona en la que detuvo su trayectoria y se mantuvo semiestacionario desde las 19:00 hasta las 23:00 horas, alcanzando la costa del puerto de Sisal, lugar en el que comenzó a desplazarse rumbo al centro del Golfo de México, pero su ojo o centro estuvo sobre Mérida durante las horas ya señaladas, con una calma impresionante nunca vista en la capital yucateca.
Este huracán dejó un grado de destrucción única en buena parte de Yucatán, incluyendo la totalidad de la costa, algo que no había sucedido en la historia de la entidad, creando un auténtico parteaguas para la población yucateca que a partir de estos sucesos aprendió a tener respeto por estos fenómenos meteorológicos.