Historia de los huracanes en Yucatán (III)
Juan Vázquez Montalvo: Historia de los huracanes en Yucatán (III)
En 1995 llegaron a la Península de Yucatán dos ciclones que hicieron historia, pero ahora en el estado de Campeche, a través del Mar Caribe y cruzando por el sur de la región hasta salir a las aguas del Golfo de México, fueron “Opal”, en septiembre, y “Roxanne”, en octubre. Ambos desviados por sistemas frontales, el primero hacia el norte y noreste hacia el oeste de la Florida, EE.UU., y al segundo sobre la costa central del estado de Campeche, divagando durante varios días entre la capital y Ciudad del Carmen, dejando destrucción jamás vista.
En 2002 el errático huracán “Isidore” golpeó el 22 de septiembre a Yucatán, con categoría 3, ningún modelo matemático de predicción decía que llegaría a la entidad, si acaso de última hora se indicó que pasaría al norte de las costas yucatecas como lo hizo en 1980 “Allen”, por lo que tomó desprevenida a una confiada población que lo menospreció, ya que se decía que si logramos sobrevivir a “Gilberto”, un fenómeno categoría 5, la máxima de la escala Saffir-Simpson, qué más nos podría hacer uno con menos intensidad, esto generó que la ciudadanía se dispusiera a disfrutar su domingo de paseo y compras como cualquier otro, pensando que un poco de lluvia no sería mayor daño.
Pero, contrario a lo que se creía, el huracán “Isidore” nos tenía preparada una desagradable sorpresa y una gran lección, ingresó a eso del mediodía por el puerto de Telchac a Yucatán e hizo un recorrido en forma de lazo de ida y vuelta al interior del Estado, afectando a la zona más poblada y con mayor poder económico e industrial, causando daños que superaron ampliamente a las pérdidas provocadas por “Gilberto”, esto debido a que su desplazamiento por la entidad duró 36 horas, algo que jamás había ocurrido, que equivalió a la destrucción de 3 ciclones tropicales, hasta que salió de nuevo al Golfo de México por Chuburná Puerto y dejó un acumulado de altura de lámina de agua precipitada de 255 litros por metro cuadrado implantando un nuevo récord. Con “Isidore” la población yucateca aprendió a valorar la cultura de la prevención y también a que no hay enemigo pequeño cuando se trata de fenómenos naturales.
No todo estaba escrito aún para la Península de Yucatán y sus ciclones tropicales, ya que cuando todos pensaban que lo peor había pasado, llegó el año 2005, donde el huracán “Emily”, de categoría 3, y en plenas vacaciones del mes de julio, afectó a la zona noreste de Quintana Roo y al oriente de Yucatán, al principio se pensaba que ocurriría lo peor, debido a que los modelos indicaban que se dirigiría hacia la zona de Mérida, pero de último momento giró más al norte y afectó al oriente y noreste del Estado, causando graves daños a la población de Tizimín y la costa noreste (continuará).