Por el cambio climático en el 2024 salimos mal evaluados

Juan Vázquez Montalvo; Por el cambio climático en el 2024 salimos mal evaluados.

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Haciendo una evaluación de cómo andamos con el cambio climático que nos afecta nivel mundial en el sentido que se esperaba que con la pandemia del Covid-19, la baja movilización que se supone provocaría por el encierro obligado de los seres humanos los efectos del calentamiento global bajarían, resultó una falacia y mentira ya que la situación sigue igual o peor ya que las temperaturas siguen hacia arriba y los efectos a nivel mundial son de tal magnitud que el año 2024 nos dio otra muestra de esta situación.

La temperatura media anual fue de aproximadamente 1.2 grados superior a los niveles preindustriales de 1850 a 1900 y resulta que desde el 2015 hemos tenido años más cálidos desde que se tienen datos.

Resulta que la década de 2011 a 2020 fue la más cálida jamás registrada, ya que tenemos datos desde hace 28 años que nos demuestran considerable incremento de la temperatura en la tierra y océanos, así como otros cambios como el aumento del nivel del mar, derretimientos de hielos glaciares y marinos y las modificaciones en la distribución de las precipitaciones.

El aumento de las concentraciones de gases de tipo de efecto de invernadero, el incremento de las temperaturas terrestres y oceánicas, el aumento del nivel mar, el derretimiento del hielo, el retroceso de los glaciares y la presencia de fenómenos meteorológicos extremos.

La desaceleración de la economía debido a la pandemia no logró frenar desgraciadamente los motores del cambio climático, ni la aceleración de sus impactos, ya que no podemos negar que hay avance del cambio climático con su consecuente aumento, incidencia e intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos que provocan graves daños y pérdidas que afectan a las personas, las sociedades y las economías.

¿Qué se necesita que no se está haciendo?

Hay que invertir en la adaptación haciendo inversiones en los servicios de alerta temprana y las redes de observación meteorológica, ya que países no desarrollados presentan deficiencias en sus sistemas de observación y carecen de servicios meteorológicos, climáticos e hidrológicos modernos, ya no hay tiempo que perder, el clima se está calentando y los impactos ya son demasiados perjudiciales para las personas y el planeta.

Es indispensable adoptar medidas a la voz de ya mediante la aplicación de planes ambiciosos para el 2030 al 45% de respecto a los niveles del 2010 de las emisiones de bióxido de carbono ya que desgraciadamente con la pandemia hubo reducciones de las observaciones meteorológicas y eso complicó los esfuerzos de reducción de riesgo de desastres.

El año 2024 fue en verdad un año más con fenómenos meteorológicos que se presentaron y sus efectos a veces no vistos tanto en años como los que ocurrían por primera vez por lo que mencionaremos continuación los que ocurrió de lo más extremo a nivel local.

Con respecto al calor y sequías en la Península de Yucatán, en particular el estado de Yucatán una oleada de calor que nos agobió en el mes de mayo, con relación a los huracanes crecimiento explosivo de ciclones tropicales como lo fueron Beryl, Rafael y Milton que provocaron muerte y destrucción.

Bueno pues todo esto ha encendido las alarmas no sólo a nivel local, sino a nivel mundial ocurrieron situaciones semejantes en varias partes del mundo como la Dana en España, todo porque no estamos haciendo bien la tarea para combatir al calentamiento global.

En la próxima reunión de partes a celebrarse se esperaban que tomaran decisiones más agresivas, pero nuevamente todo quedó en buenas intenciones así que resiliencia es nuestro futuro próximo más cercano.

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