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La poesía en lo personal es el lenguaje del alma, lo que nos hace explorar más allá de nuestros sentidos, arraigarnos a lo primitivo del ser, dejar a flor de piel lo que nos recorre en las venas e irlo plasmando a manera de verso con un sutil vaivén.

De ahí nace la necesidad de crear el taller “Versos diversos”, para dar a conocer los beneficios y placeres que nos brinda la poesía en todas sus diversificaciones, acercar a los jóvenes a ella y demostrarles que no es un género literario antiguo ni mucho menos “pasado de moda”, sino al llevarlos de la mano para que con las herramientas necesarias puedan tomarlo como una forma de expresión de amor hacia sus semejantes, y de igual manera como un medio para que puedan desbordar sus humores, sentimientos en palabras plagadas de ritmo y figuras que terminan embelleciéndolos.

El objetivo principal es introducirlos al mundo de la rima, métrica, así como explorar sus aptitudes sensibles para ayudarlos a desarrollar el equilibro entre el verso y la estrofa. Con la finalidad de lograr la producción poética. De igual manera, se busca fomentar el hábito lector y el gusto por el género lírico, potencializándolo a través de recursos lúdicos y acompañamiento de lectura en voz alta para que vayan descubriendo la entonación y musicalidad en los poemas.

“En un esfuerzo por perpetuarse, los habitantes del mundo oral se dieron cuenta de que el lenguaje rítmico es más fácil de recordar, y en alas de ese descubrimiento nació la poesía. Al recitar versos, la melodía de las palabras ayuda a repetir el texto sin alterarlo, porque la música se quiebra cuando la secuencia falla. A todos nos hicieron aprender poemas en la escuela y ahora, pasados los años, después de haber olvidado tantas cosas, comprobamos que aún los recordamos con asombrosa nitidez”, como señala Irene Vallejo en “El infinito en un junco”.

Antes de la creación de los libros, la mayoría de las personas se dedicaba a aprenderse poemas que eran transmitidos de manera oral a través de sus ancestros, esto con la misión de ir preservando las palabras de seres cultos, así como de dar a conocer sobre el origen de una civilización y sus costumbres. Un ejemplo de lo anterior lo podemos ver con los juglares que iban de pueblo en pueblo recitando las hazañas de los héroes que ganaban batallas para ir haciéndose de territorios y de un nombre que se pueda recordar en el transitar de los siglos.

Y si te preguntas: ¿cualquier persona puede escribir poesía?, la respuesta es sí. Todos tenemos la capacidad de crear versos diversos, ya que estamos hechos de sentimientos, de emociones, y es precisamente la misión que me he propuesto demostrar en cada una de las instituciones en las que he tenido el placer de impartir el taller. Donde los jóvenes crean sus propios poemas, que al leerlos en voz alta y compartirlos con sus compañeros se manifiesta el sentido de capacidad de creación, la cual inyecta seguridad en ellos mismos, confianza, así como mejora considerable su autoestima. Y lo que les digo al finalizar, es que conserven el trabajo como símbolo de que pueden crear trabajos maravillosos con el solo hecho de tener la voluntad y disposición para hacerlo.

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