Vasconcelos y la clasificación de sus libros

Karla Martínez: Vasconcelos y la clasificación de sus libros.

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“Libros que leo sentado y libros que leo de pie” (1922) es un ensayo del escritor oaxaqueño José Vasconcelos, en el cual expone las dos categorías en las que dividió su afición por la lectura. Llamando a la primera sección de los que lee sentado, a aquellos libros donde radica la felicidad, tranquilidad cayendo en lo aburrido y que de alguna manera son incapaces de producir un sentimiento mayor que haga desbordar algún tipo de emoción exuberante. En cuanto a los segundos, son los que te incitan a gritar, llorar, emocionarte exhaustivamente donde es imposible mantenerte quieto, te hacen ver la realidad tal cual sin disfraces ni matices.

Vasconcelos plantea que “Los buenos libros reprueban la vida, sin por ello transigir con el desaliento de la duda”, por lo que escribir debe de ser un acto de total rebeldía, ir contra la corriente y decir realmente lo que uno siente de la vida, la mayoría de nosotros no estamos conformes con lo que experimentamos día a día, debería ser suficiente para plasmarlo en papel y hacerle llegar a los lectores que tal vez lo que está sintiendo y viviendo también se encuentra en el otro, que es un catalizador generalizado de incomprensibilidad e impotencia, pero allí está la clave en la realidad y no en la pasividad convertida en anestesia social.

“Nacer es proclamarse inconforme, nacer es arrancarse de la masa sombría de la especie, rebelarse contra todo humanismo, quererse ir, levantarse con el arranque de los libros que se leen de pie, de los libros radicalmente insumisos”.
Debido a lo anterior me incitó a realizar un autoanálisis del porqué comencé a escribir, y es precisamente la necesidad de externar la desconfianza que atravesaba en una etapa determinada de la vida donde no confiaba, me sentía atacada y de cierta manera reprimida, y es cuando decido a través de la pluma ponerme en pie ante el mundo y que posteriormente logré condensar y pulir muchos años después en lo que se convertiría mi primera novela.

Por el otro lado, así como Vasconcelos soy lectora de historias que me hagan sentir de verdad, donde me ponga a prueba el escritor con sus múltiples teorías y realidades, en las cuales saque a la luz la verdadera cara de las diversas sociedades con sus problemáticas y escorias sociales que yacen en la penumbra.

“Con Aristóteles a la cabeza, nos inventan interpretaciones moderadas como cuando nos dicen que la tragedia alivia porque la representación del dolor causa alegría, y que así el principio de la vida triunfa sobre sus negaciones”.
Los libros para leer sentados buscan evitar que la gente vea con claridad lo que realmente ocurre, en pocas palabras, tratan de tapar el sol con un dedo, buscan brindar calma cuando alrededor todo se encuentra en llamas, son engañosos con cierto grado de falacia y utopía.

Hasta antes de este ensayo no me había puesto a pensar en las categorías en las que podría clasificar a mis libros, por lo que de ahora en adelante tendré un poco más de conciencia en el tipo de lecturas que aprovecho y disfruto, pero sin duda, así como el autor las prefiero crudas, desbordantes y que me mantengan en vilo. ¿Y tú querido lector, cómo clasificas tus lecturas?

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