Fue un enorme privilegio participar en la presentación de un libro verdaderamente inspirador y compartir la mesa con la Mtra. Loreto Noemí Villanueva Trujillo y la Dra. Graciela Cortés Camarillo, que pusieron muy buenos cimientos en la metodología Somos el cambio en Yucatán.

“Educar al corazón y darle alas” (2024) es el resultado de un trabajo sensible, profesional y sobre todo humanista. Más que una recopilación de historias o de experiencias, es una mirada profunda a la vida de infinidad de niñas y niños que hoy ya pueden sonreír con libertad y ser un poco o mucho más felices al lado de los suyos. Es una retrospección que mucho nos lleva a la reflexión de lo que se ha hecho y de lo que nos falta también por seguir haciendo por las comunidades escolares.

Cuando se trata de la educación de nuestras niñas y niños, y más en condiciones especiales y de vulnerabilidad, hay que poner todos nuestros esfuerzos y todo el corazón para buscar herramientas que nos ayuden a sacarlos de esos entornos complejos.

No siempre es fácil, sobre todo cuando encontramos en el camino y en la propia vida de estos niños inestabilidad, pobreza extrema y algo aún más triste: la falta de amor.

Somos el cambio ha sido y ha dado momentos mágicos en la vida de muchos niños yucatecos. Y por supuesto que hemos sido testigos de esa conversión, de esa transformación en la vida familiar y comunitaria de esos pequeños. Su condición de ser alumnos extra edad, ha llevado a los docentes y particularmente a los tutores itinerantes de atención al rezago y extra edad (TIARES) ha formular y planear una visión de respeto, inclusiva y fortalecer vínculos para llevar a cabo y con éxito cada uno de los proyectos.

Las cuatro etapas, muy bien trazadas, que permiten cumplir esa ruta de éxito son SIENTE, IMAGINA, HAZ Y COMPARTE y son, sin duda, los pilares que dan a la metodología la certeza de poder lograr un cierre exitoso en cualquier contexto escolar y social.

El libro está lleno de historias reales y de vivencias extraordinarias. Una de ellas es la de Ernesto, un niño problema al que castigaban todos los maestros. La maestra Yasmín era cuestionada por sus mismos compañeros maestros al ver cambios importantes en la conducta y aprovechamiento de Ernesto. ¿Cómo lo hiciste, cómo lo lograste? Ni en su casa lo querían por tanto reporte que el niño tenía. Ernesto mejoró considerablemente su conducta y aprendió a leer. Y así, como ésta, hay muchas otras que nos hacen creer que la magia del cambio existe.

El trabajo de la maestra Aremi Alcocer González, responsable de la metodología a nivel estatal, es incansable y comprometido junto con su maravilloso equipo. El libro es un valioso legado que nos muestra el camino recorrido por casi 6 años en trayectos que son vivaces, a veces sinuosos con tristes frustraciones, pero que en equipo han podido tomarse de la mano, cual eslabones fortalecidos que les ha permitido andar por rutas hoy exitosas y plenas de magia.

Enhorabuena por esas historias plasmadas con el corazón. Que se sigan escribiendo todos los días en cercanos y también muy apartados rincones. Son muchas niñas y niños esperando por ese escuadrón salvavidas; por ese equipo que Aremi bien comanda y encabeza; que sueña y que sabe cómo hacer realidad esos sueños. Que sigas bordando sueños y enhilando agujas con esa pasión y sensibilidad que te caracteriza. El dechado está a la vista lleno de hermosos y matizados colores, esos que impregnas con tu esencia y que te hacen cambiar, con resultados extraordinarios, la vida de los demás.