Contigo era cómodo el silencio
María San Felipe: Contigo era cómodo el silencio.
Contigo era cómodo el silencio.
Podía pasarme la tarde, las horas y
{la vida entera tendida junto a ti,
{sobre ti... en silencio.
Tu respiración era mi música favorita,
{y el soundtrack de mis días.
El hilo de tu voz grave,
como un rugido lejano,
como un temblor que me robaba la
calma y a la vez, me hacía sentir en
{casa.
Un sofá era suficiente para acortar la
{distancia,
para romper el ruido de afuera y
{encerrarnos a darnos todo,
{sin decirnos nada.
Cuánto ruido, mi amor, ahora que tu
{mirada me falta; cuánto ruido hace
{la gente,
la ciudad y este vacío que no logran
{llenar mis palabras.
Vuelve a mí,
dame tu voz callada,
dame tu pecho, para volver a dormir
sin preocuparme de mañana.
Devuélveme la certeza de que estarás
{conmigo
a pesar de la distancia;
cumple tu promesa.
Aquella que nunca me diste por miedo
{a perderte en mi mar, en mis aguas
{saladas,
en el río intenso de mis madrugadas.
Extraño nuestros silencios cómodos,
{porque en ese silencio,
se conocieron nuestras almas.