Derechos humanos, el camino a un México justo, libre y soberano

Miguel Óscar Sabido Santana: Derechos humanos, el camino a un México justo, libre y soberano.

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En septiembre, conocido como el mes de la patria, en México se acentúa el sentimiento nacional, el amor hacia la tierra que nos vio nacer y por la cual dieron su vida más de dos millones de hombres y mujeres, para tener un país libre y soberano, en el concierto de las naciones.

A la patria la define así la Real Academia Española: “1. f. Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos. 2. f. Lugar, ciudad o país en que se ha nacido”.

Respecto a la nacionalidad, de acuerdo con el Derecho, la misma Academia señala: “Vínculo jurídico de una persona con un Estado, que le atribuye la condición de ciudadano de ese Estado en función del lugar en que ha nacido, de la nacionalidad de sus padres o del hecho de habérsele concedido la naturalización”.

La nacionalidad es un derecho humano sin cuyo disfrute no puede la persona, por ejemplo, asistir a la escuela, tener un empleo, contraer matrimonio y realizar los trámites que precisen del documento de identidad correspondiente.

Nuestra Constitución garantiza ese derecho en el Artículo 4°, párrafo 8°: “Toda persona tiene derecho a la identidad y a ser registrado de manera inmediata a su nacimiento”.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos dice en su Artículo 20: “1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. 2. Toda persona tiene derecho a la nacionalidad del Estado en cuyo territorio nació si no tiene derecho a otra. 3. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiarla”.

En este contexto cada persona puede decidir sobre su privilegio para cambiar de nacionalidad, pero hay casos en los que hay gente sin patria, apátridas se les llama, que no necesariamente están sin su país por voluntad propia.

A estas personas se les dice refugiadas, porque generalmente huyen de sus pueblos debido a conflictos armados que las obligan a buscar ayuda, asilo en otras naciones. No debe confundírseles con migrantes, que son las personas que salen de su tierra en busca de mejores condiciones de vida.

A fines del 2021, en el mundo había cerca de 89.3 millones de personas que salieron de sus estados por persecución, conflictos armados, violencia o violaciones a los derechos humanos o acontecimientos que alteraron gravemente el orden público, según afirma Acnur, La Agencia de la ONU para los Refugiados, en su página de internet.

Como sociedad trabajemos con ahínco para lograr que los derechos humanos no solo sean conocidos, sino respetados por todas las personas, principalmente por las autoridades, como un medio para tener un México justo, libre y soberano.

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