Alejemos de la violencia a nuestra niñez
Miguel Óscar Sabido Santana: Alejemos de la violencia a nuestra niñez.
La cifra de homicidios en México ha ido en incremento, de acuerdo a datos del Inegi. En la presente administración se han producido 156,136 asesinatos.
La violencia homicida sienta un pésimo precedente para la educación de la niñez mexicana, en cuyo favor la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos (Fmopdh) realizó un pronunciamiento, el pasado 28 de abril, para que el Estado mexicano garantice la protección a los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
El Congreso Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes, NNA, de la Fmopdh, emitió el pronunciamiento relacionado con la violencia que vive nuestro sector infantil.
En julio del 2022 la Comisión Especial para Atender la Violencia hacia las Infancias y Adolescencias de la Federación sesionó para identificar y analizar las circunstancias específicas que atentan contra nuestra niñez.
De ambas reuniones destaca que la falta de tutela por parte del Estado mexicano; la dilación en la impartición de justicia, producto de que las instancias de procuración y administración de justicia se encuentran rebasadas por la cantidad de expedientes que deben resolver; así como una política pública de intervención sin perspectiva de derechos humanos para atender las infancias que se encuentran en un contexto de peligro para su integridad, son elementos clave para entender el panorama nacional.
Los ordenamientos internacionales tutelan la protección a la niñez. El Estado mexicano tiene la obligación de garantizar y proteger los derechos de NNA bajo su jurisdicción y no cumplir a cabalidad, lo hace responsable de las posibles violaciones a los derechos humanos de esta población; debiendo estructurar y ejecutar un plan integral, con perspectiva de derechos humanos, que cuente con la participación de la sociedad civil organizada, los organismos públicos de derechos humanos, la academia y la iniciativa privada para, efectivamente, salvaguardar la integridad y el desarrollo de NNA.
En ese plan debemos integrarnos todos. En ocasiones la violencia y el autoritarismo que ejercen, acaso sin darse cuenta, jefes y demás integrantes de la familia, hacen que niñas, niños y adolescentes aprendan que la ley del más fuerte es la que vale.
El hogar es donde nuestra niñez debe recibir una educación plena en los valores, para respetar los derechos humanos de las demás personas y así, con alteza de miras poder exigir respeto a las prerrogativas propias.
Con ese cambio de actitud, quizá, podamos ponerle freno a la violencia que hoy por hoy enluta a miles de hogares mexicanos y poder llegar al ideal de tener una sociedad más participativa, sin asomo de conflictos de valor.