El éxito al dejar ir a nuestros ancestros
Mosk Marrero: El éxito al dejar ir a nuestros ancestros.
Quiero aprovechar esta víspera de celebración del Día de Muertos para contarte esta historia. Un día llegó a mí una joven comentando que siempre había sentido una tristeza inexplicable, sobre todo en las festividades. A pesar de vivir un entorno de amor y paz, cada reunión familiar despertaba en ella una sensación de incomodidad que no lograba entender.
Mediante las mentorías, supo que ese sentimiento venía de una memoria ancestral que su familia arrastraba desde generaciones. Se enfrentó a una verdad que cambió su vida. Descubrió que llevaba consigo una herencia mucho más compleja que la económica: el dolor no resuelto de su bisabuela, quien había perdido a sus hijos en una guerra y vivió el resto de sus días en un luto interminable. Aunque nunca la conoció, el eco de ese sufrimiento resonaba en su propia vida.
El libro “Este dolor no es mío”, explica cómo estos patrones emocionales se transmiten de generación en generación, anclando a las familias en un bucle de sufrimiento que no les pertenece. Soltar lo que no es nuestro es un proceso que comienza con reconocerlo y honrar a esos ancestros que tanto amamos, pero que sin saberlo nos legaron sus historias y sus cargas.
“Coco” y “Encanto” retratan de manera visual y conmovedora esta dinámica. En “Coco”, Miguel descubre cómo las expectativas y los dolores no resueltos de su familia lo mantenían alejado de su verdadera pasión. Cuando entiende la historia de su tatarabuelo y perdona, se libera para ser él mismo. En “Encanto”, Mirabel comprende que no tiene que cargar con la presión de ser perfecta para sanar a su familia. Su verdadero poder está en liberar lo que otros han cargado en silencio.
En ambas películas, el proceso de liberación no se trata de olvidar o rechazar a nuestros antepasados, sino de honrar sus vidas y sus sacrificios para que podamos vivir plenamente la nuestra y de devolverles con amor lo que les pertenece, quedándonos con las bendiciones y la fuerza que sí nos pueden otorgar.
Sanar estas memorias no resueltas es un acto de valentía. Implica mirar atrás y enfrentar los fantasmas que han habitado en nuestra familia por generaciones. Al soltarlos, no sólo nos liberamos nosotros, sino que también liberamos a quienes vinieron antes y a quienes vendrán después. Dejar ir no significa olvidar. Significa mirar con compasión, honrar con amor y decir: “Gracias, abuela, por tu sacrificio, pero ahora elijo vivir de otra manera”.
Si sientes tu vida estancada, si repites patrones de fracaso, culpa, dolor o carencia, pregúntate: ¿a quién estoy intentando serle fiel?, ¿qué historia de mi linaje estoy repitiendo inconscientemente?
Sanar estas heridas es una forma de rendir homenaje a quienes estuvieron antes que nosotros. Nos permite tomar su legado y transformarlo en libertad. El verdadero éxito no es sólo alcanzar metas externas, sino ser capaces de vivir sin las cadenas invisibles del pasado.
El éxito omnipresente sobre todo en las finanzas depende muchas veces de soltar a quienes se han adelantado. ¿Qué te ha parecido este artículo? Cuéntame tu historia, me encantará leerte. ¡Chao, chao!