"Scrubs": algo sobre la comedia
Rodrigo Ordóñez Sosa: "Scrubs": algo sobre la comedia.
Mucho antes de las actuales series de televisión basadas en los dramas hospitalarios, existió la comedia Scrubs, que se transmitió de 2001 a 2010 con ocho temporadas y una más que funcionó como derivada de la serie original, aunque sin lograr despegar por sí misma. El programa toma su nombre de la indumentaria del personal sanitario de un hospital, que lo más cercano sería una bata, y aborda las vidas personales y profesionales de los empleados del hospital docente Sagrado Corazón. Sin embargo, más allá de la trama o la estructura misma, recuerdo que fue una de las primeras series que me enganchó porque tenía de trasfondo lo que significa crecer dentro de una profesión y como persona.
De una manera sutil, revestida por infinidad de situaciones cómicas o momentos de fantasía, había episodios basados en la compasión dentro de una carrera tan clínica como la medicina, que podían aplicarse a la vida real, principalmente las relacionadas con cerrar un ciclo, una etapa y la incertidumbre sobre el futuro y lo que traerá consigo. También abordó un tema que conforme crecemos se hace cada vez más crucial y ocurre con mayor frecuencia: los cambios. Hace un tiempo deje asentada en un cajón la idea de regresar a ella y revivir nuevamente a sus personajes, porque estaban muy vinculados con mi paso por la Facultad de Antropología, donde sin duda preste más atención al entretenimiento que a lo que venía oculta detrás de la risa.
Desde Aristóteles la comedia ha sido vista como una de las formas más bajas del entretenimiento, colocando por encima a la tragedia y sus virtudes pedagógicas o como conservadora de los valores de una sociedad, pero en la comedia también existen verdades que sólo mediante la risa las podríamos aceptar. En Scrubs hablan, por ejemplo, sobre la muerte, las diferentes formas de resignación ante ella, que nos hacen reflexionar sobre cómo afrontarla, cómo vivir con la noticia y el hecho de ir hacia atrás, en retrospectiva, para comprender que hemos hecho y que nos falta para estar preparados para recibirla.
Y, como comentamos al principio, los cambios, aquellos que ocurren y debemos afrontarlos, como cerrar un ciclo en un empleo, cambiarte de residencia o tener la segunda oportunidad de reiniciar tu vida; entonces, viene otra forma de despedida, otra forma de retrospectiva, donde agradeces las enseñanzas que te dieron esas personas clave, las oportunidades de demostrar que podías tener un desarrollo diferente, aprender a mirar el mundo desde otra perspectiva, con mayor amplitud y mirar más allá de la burbuja donde estábamos encerrados. Cerrar un ciclo significa que a partir de ahí somos dueños de nuestro futuro, te permite volver a soñar hacia donde quieres ir, donde quisieras estar, continuar acompañado de dos o tres personas especiales, que lograron trascender más allá de lo laboral y cruzar al terreno de la amistad, porque la vida tiene mucho de comedia, te cierra el telón y espera que prepares un nuevo programa, con más risas y diferentes aventuras.