El peso mexicano sigue dando de qué hablar

Valeria Moy: El peso mexicano sigue dando de qué hablar.

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¿Hasta dónde llegará la fortaleza del peso mexicano? ¿Cuál será el techo que la moneda mexicana tocará? ¿Es sostenible o hay, como especulan algunos, una valuación errónea sobre la moneda?

En los modelos macroeconómicos más sencillos, considerando economías abiertas, el tipo de cambio nominal responde a la diferencia existente en las tasas de interés entre las economías que comercian entre ellas y a la expectativa de tipo de cambio futuro. Es decir, importan las tasas de interés actuales, pero también lo que los agentes económicos esperan sobre el comportamiento del tipo de cambio futuro.

El diferencial entre las tasas de interés que México ha estado pagando en los últimos meses —muchos ya— frente a las tasas que paga Estados Unidos por instrumentos similares, un spread de más de 600 puntos base, con tasas reales positivas durante un periodo relevante frente a tasas reales negativas en nuestro principal socio comercial explica, desde mi perspectiva, una parte importante de la apreciación del peso.

Además, México compara de maravilla frente a economías que frecuentemente son consideradas similares. La situación económica de México se ve mucho mejor que la de Argentina, Brasil, Colombia o incluso Turquía. Los mercados no han mostrado, hasta el momento, ningún interés en el deterioro democrático o institucional. México sigue siendo una economía muy atractiva.

El potencial real de que el “nearshoring” atraiga inversiones nuevas y genere crecimiento en actividad económica, en productividad y en salarios sólo hace que México salga todavía mejor en la foto. A eso se refieren las expectativas. ¿Cómo reacciona el tipo de cambio ante esto? Se fortalece.

No hay que olvidar que la entrada de remesas sigue rompiendo récords mes tras mes. Sólo el año pasado recibimos casi el doble de dólares por entrada de remesas que lo recibido a través de inversión extranjera directa. Benditas remesas, dirán algunos.

Mientras unos ven la fortaleza del peso como sinónimo de fuerza económica, otros viven la pérdida de competitividad. Las exportaciones totales representan casi 40% del PIB. Con un tipo de cambio tan fuerte el sector exportador pierde. Se hace más caro. No podemos responder acertadamente a las preguntas que planteo en el primer párrafo, sólo podemos hacer ajustes a las expectativas, esperar información de tasas de interés y tener claridad de que un tipo de cambio tan fuerte no es necesariamente una buena noticia para el país.

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