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-Para la cacería de hoy acudimos a nuestras proveedoras de gazapos. En la televisión abierta vemos en el cintillo noticioso una información del “festejo realizado por Morena con motivo del primer aniversario de su gobierno en el zócalo capitalino”.

En la cláusula existe anfibología. La expresión puede tomarse en uno u otro sentidos, uno de ellos, que Morena solo gobierna en el zócalo capitalino con exclusión del resto del país. Por cierto, eso de decirle “zócalo” a la Plaza Mayor es un disparate, pero, en fin, nuestros compatriotas de la Ciudad de México ya adoptaron el término y, al parecer, así se quedará.

Lo correcto es: Morena festejó en la Plaza Mayor capitalina el primer aniversario de su gobierno. La resortera entra en funciones, cae el gazapo y el morral cumple con su cometido.

-En días pasados un juego de béisbol comenzó media hora más tarde de lo programado. Intensa lluvia obligó a trabajar horas extras a los encargados de mantenimiento del campo. Para hacer tiempo y entretener a los televidentes los locutores de la televisión local comentaron el hecho.

Frente al televisor don Martiniano Alcocer Álvarez espera pacientemente el inicio del partido. De pronto, el periodista se convierte en batidor de esta columna y envía hacia nuestro tirahule el siguiente gazapo: Uno de los locutores dice que con motivo de las lluvias “está refrescando el calor”.

No, distinguido comentarista televisivo. Las lluvias no refrescan el calor, lo disminuyen. Calor, según el Diccionario de la Lengua Española (Dele), es la sensación que se experimenta al recibir directa o indirectamente la radiación solar, aproximarse al fuego, etc. Lo que refrescan las lluvias es el ambiente, o sea, lo que nos rodea, como el aire o la atmósfera.

Un barbarismo, pues, por desconocerse el significado de las palabras. La honda entra en funciones y, tras certero guijarrazo, guardamos en la alforja la pieza recién cobrada.

-Otro barbarismo: la prensa diaria trae como título de una columna: “Los bufetes son también opción para comer sano”.

Bufete es el despacho de un abogado. No puede ser que, además de proporcionar asesoría jurídica a sus clientes, el perito en derecho también tenga que darles de comer.

El término correcto es bufé. Esa palabreja proviene del inglés buffet y significa: Comida, por lo general nocturna, compuesta de platos calientes y fríos, con que se cubre de una vez la mesa (Dele).

Antiguamente, cuando predominaba la lengua francesa, se le llamaba ambigú.

Nuestra certera arma lanza la piedra y el gazapo termina en el sabucán.

Hasta el próximo tirahulazo.

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