Imputado por fatal choque en la carretera Mérida-Progreso
La audiencia de vinculación se programó para el 15 de agosto.
Debido a que se vio involucrado en el mortal accidente de la carretera Mérida-Progreso, en el que perdieron la vida una abuelita y su nieta, fue imputado por doble homicidio el automovilista Andrés T. R., quien no pudo esquivar un mototaxi que se le atravesó sobre la carretera Mérida-Progreso, por ir con exceso de velocidad.
El Juez de Control en Progreso, Kenny Burgos Salazar, decretó como legal su detención y se le imputó, ya que también tuvo algo de responsabilidad en el accidente por ir a exceso de velocidad. También se le acusa de lesiones que ponen en peligro la vida de otras dos personas.
Aunque no se le impuso prisión preventiva, sí se aplicaron medidas cautelares como ir a firmar periódicamente; no salir del Estado sin autorización judicial y portar localizador electrónico.
El conductor del mototaxi también tuvo la culpa
La audiencia de vinculación se programó para el 15 de agosto. Cabe mencionar que el conductor del mototaxi, Alejandro "N", se encontraba aparentemente alcoholizado y, apenas salga del hospital, también será imputado por responsabilidad compartida.
Los hechos terribles hechos sucedieron el pasado domingo 31 de julio, alrededor de las 19:40 horas, cuando Andrés "N" conducía un vehículo de la marca Toyota, sin la diligencia y precaución necesaria, sobre el kilómetro 30+500 de la carretera Mérida-Progreso, en sentido de circulación con dirección a Mérida.
Pero al no respetar los límites de velocidad y no manejar a la defensiva, colisionó con un mototaxi, conducida por Alejandro "N", que transitaba sobre ese mismo tramo carretero y dirección, pero realizó una maniobra atravesando los carriles, en un corte de circulación, que generó la brutal colisión.
En el mototaxi iban a bordo en la parte habilitada para pasajeros Naomi Lizzet S. M.; su hija menor de edad y la abuelita Antonia Rubí M. L. y su pareja sentimental Alejandro U. M., dando como resultado la muerte de la menor y la abuela Antonia Rubí, y las lesiones que ponen en peligro la vida de Naomi Lizzet y su pareja.