MÉRIDA, Yuc.- Yucatán está obligado a conservar y ampliar dos Áreas Naturales Protegidas (ANP’s) de jurisdicción estatal: la Reserva Estatal de Dzilam de Bravo y la Reserva Biocultural del Puuc.

Esto significa más del 30% de territorio estatal, cuya ampliación se tendrá que hacer antes del 2030.

Estas áreas son de gran importancia para la biodiversidad local, albergando hábitats clave, incluyendo zonas donde habita el jaguar, una especie emblemática y amenazada.

El compromiso de Yucatán en este rubro se adquirió durante la COP 15 de Biodiversidad en Montreal 2022, donde el Estado se sumó a los esfuerzos internacionales para la conservación de la naturaleza. 

Durante dicho encuentro con representantes de WWF México y de la Conanp, se destacó el papel vital de las ANP’s estatales en la preservación del patrimonio natural de Yucatán, por lo que en dichas zonas están prohibidos los desarrollos inmobiliarios.

Programa de manejo

Además, se subrayó que, por primera vez en la historia del estado, todas las áreas naturales protegidas de competencia estatal contarán con su propio programa de manejo para el año 2024. 

Esta iniciativa es crucial para garantizar que se gestione de manera efectiva y sostenible estos espacios protegidos.

Hay que destacar también la creación del Área Natural Protegida Federal "Bajos del Norte". 

Esta nueva área protegida, que abarca 1,304,114.00 hectáreas de superficie marítima, representa un hito importante en la conservación marina de la región peninsular.

Su protección es vital para salvaguardar la biodiversidad local, incluyendo especies de tortugas marinas y hábitats críticos para su reproducción.