¿Por qué una sociedad como la mexicana debería proyectificarse? En primer lugar debemos tener claro y entender qué significa proyectificar una sociedad, una entidad gubernamental, una corporación, una empresa o inclusive un individuo. Y descubrir las razones por las cuales es de importancia hacerlo.

Proyectificar es transferir métodos, conocimientos, habilidades, metodologías, técnicas, herramientas y todas las competencias asociadas del proyect management, o la dirección de proyectos, hacia todos los sectores de actividad económica, desde los grandes desarrollos de infraestructura hasta los más elementales proyectos individuales y personales.

Un proyecto es una actividad única, temporal, multidisciplinaria y organizada que se realiza para producir los entregables acordados, cumpliendo requisitos específicos y restricciones predefinidas.

Generalmente representa el esfuerzo de una organización para obtener un resultado concreto, en un marco temporal específico. Todos los proyectos tienen un principio y un fin, éste último vinculado a que se concrete y sea aceptado por el cliente un producto o servicio que se suele denominar entregable final. La razón de ser de ese proyecto tendría que estar estrechamente vinculada con la estrategia de la organización que lo ejecuta, y su objetivo debería significar una gran importancia para su progreso.

La característica más importante de un proyecto es que tiene que generar valor a la organización. Y ahí es donde radica la importancia de la proyectificación de un país. Estudios recientes han comprobado que mientras más proyectificada sea una sociedad, mayor es la cuota del Producto Interno Bruto que aportan los grandes proyectos. Hay una relación directamente proporcional con el crecimiento y el progreso.

Cuando se aplican de manera disciplinada, ordenada, ética y profesional las técnicas de la dirección de proyectos, la consecuencia natural es un incremento en la probabilidad de obtener resultados favorables; esto es particularmente importante cuando sabemos que un muy alto porcentaje de los proyectos terminan en el fracaso, con el consecuente dispendio de recursos, esfuerzos personales y colectivos e incluso la pérdida de motivación o ánimo.

En un entorno VICA (Volátil, Impredecible, Complejo y Ambiguo), se vuelve esencial contar con las competencias necesarias, que se reflejen en el comportamiento y la forma de desempeñarse exitosamente de todos los profesionales involucrados en la ejecución de los proyectos. En nuestro país no deben tener más cabida las ideas sin sustento, las ocurrencias y los deseos que se llevan a cabo sin estudios que los justifiquen, sin evaluaciones de impactos en diversos escenarios, sin los instrumentos que garanticen su sostenibilidad integral.

Mexicanos mejor preparados, que desarrollen las competencias y habilidades para dirigir proyectos hacia el éxito, serán quienes lleven a este país por el camino del crecimiento y el progreso.