Refugios pesqueros y puertos de abrigo de Progreso y sus comisarías costeras han sido acusados en múltiples ocasiones de ser fuentes de contaminación a la ría y mar del puerto, debido a la arroja desmedida de desechos sólidos; pero, además, también se tiran agentes limpiadores de embarcaciones y sustancias como aceites y combustibles.

Con la fuerte actividad pesquera respecto de la captura del pulpo y la falta de conciencia del sector pesquero, la limpieza de los barcos se ha convertido en una actividad común en cada arribo de las naves a tierra, por lo que el derrame de detergentes se ha visto incrementado en los últimos meses.

Dentro de esta misma situación, para el mantenimiento de los equipos mecánicos, se ha observado derrames durante los cambios de aceite a los motores, así como combustibles.

Debido a esto, se han presentado diversas situaciones y desequilibrios ecológicos que, de acuerdo con expertos, podrían impactar negativamente al ecosistema y a especies de valor comercial, lo que afecta directamente a la economía de las poblaciones causantes de dichos desajustes.

Parte de estos problemas ya están presentes en el municipio, tal como la invasión de medusas en Chelem, donde debido a la fuerte contaminación de la ría, este molusco ha encontrado condiciones ideales para su reproducción y subsistencia, desplazando a una enorme cantidad de especies locales hacia otros puntos, a cusa de la competencia por los recursos del lugar, según explicó el experto Biólogo Juan Lara.

Debido a esto, la Policía Ecológica y la Subdirección de Ecología del puerto, así como las autoridades municipales, indicaron en días anteriores que buscarán tener mano dura contra quienes continúen contaminando el lugar, a través de la aplicación de los reglamentos vigentes en la materia.