Si queremos crecer o desarrollarnos verdaderamente en la vida, debemos de identificar y en ocasiones profundizar en unos análisis de nuestras actividades, objetivos y metas, y así poder detectar que acciones no están permitiendo que nos desenvolvamos en los diversos ámbitos en los que queremos crecer.

Lo importante aquí no es evitar tener obstáculos en el camino, pues todos pasamos por momentos que debemos superar, lo importante es poder saber cuáles y dónde se encuentran esos obstáculos y poder enfrentarlos para seguir nuestro camino al crecimiento personal.

Aquí te menciono 5 lastres que te impiden crecer o avanzar:

1. Complejo de Diva: Cuando ya crees que lo sabes casi todo e incluso que el tema que sea tu fuerte, pienses que lo dominas, ahí es donde comienza el peligro del estancamiento de tu desarrollo. El mejor ejemplo son estos conferenciantes especialistas que acuden a impartir dichas conferencias y no preparan su material, ni preguntan cuál es el objetivo de su plática para poder desarrollar su tema con enfoque.

2. La zona de confort: Esta es una de las zonas con mayor porcentaje de mortandad de los sueños y del cumplimiento de las metas. En ocasiones se vuelve complicado detectarla pues nos encontramos cómodos y no queremos pasar incomodidades en la vida. Pero lo que ocasiona es que te quedes estancado sin ambiciones para llegar a más.

3. Las malas influencias: Llamemos malas influencias a todas esas personas que nos intentan pasar su mala vibra o energía, a las personas que nos conducen a caminos distintos del trazado por nosotros y que nos desvían de la visión que logramos tener de nosotros mismos. Los sucesos negativos que pasan a nuestro alrededor, también son provocados por estas personas.

4. La dispersión: La falta de enfoque en nuestras acciones causadas por la distracción de diversos factores, ocasiona que no lleguemos a donde queríamos. Suele suceder cuando te distrae casi cualquier cosa y pareciera que tú mismo estás provocando este sabotaje para impedirte conseguir lo que te propusiste. Trabaja el enfoque para que no pierdas tiempo en distracciones inútiles.

5. Escuchar a todo mundo: Si bien todo mundo se siente con la libertad y capacidad de juzgarte y, si bien te va, de aconsejarte, esto en tu interior provoca un freno cuando a mayor velocidad te encuentras. Es recomendable incluso escuchar a las personas que consideras tus mentores. Pero de ahí en fuera, hazte al sordo para los demás.