Culpable ¿o no?
David Ojeda: Culpable ¿o no?
La Covid puede llegar de donde sea, incluso tocar la puerta de tu hogar sin que te hayas dado cuenta. A más de un año de la pandemia y con una cepa que ha resultado peor que la enfermedad original, no queda loco el invitarnos a seguir con cautela frente al SARS-Cov-2, recordando que es un virus que genera una enfermedad potencialmente mortal, en otras palabras, quien está enfermo de Covid-19, tiene unas probabilidades de morir sin importar la edad. Estas chances de fallecer aumentan con comorbilidades o en personas no vacunadas, en ancianos o en los jóvenes.
Como usted bien sabe, mi amigo lector, desde el inicio de la pandemia he tratado a pacientes con Covid leve y grave visitando a domicilio. En este periodo de tiempo he visto más de esta enfermedad que cualquier otra en mi vida como médico y con ello he mirado desde varias perspectivas la pandemia.
Hay un caso que se repite mucho desde hace un par de meses, les contaré uno de la semana pasada: Una madre angustiada me llamó por teléfono, me dice que su hijo, Antolín, ha salido con Covid y que se encuentran muy preocupados. Antolín llevaba 7 días con cuerpo cortado, un poco de dolor de garganta y discreta tos; pensaron que era un catarro pues fue a un baño de piscina con sus amigos en la playa.
La mamá dice que su hijo no sale mucho, únicamente va al gym pero con cubrebocas, su papá es quien lo lleva para que no tome Uber. Al llegar a la casa, me encontré al joven de 21 años acostado, dijo que solo había presentado un poco de fiebre el día de hoy ¡Ah! Pero su saturación marcaba 91% y sus pulmones crepitaban, así que le puse oxígeno e inicié medicamentos parenterales. En unos días mejoró y lo di de alta. Una semana después, esta semana de hecho, nuevamente me llamó la mamá para contarme que días después de la atención que le di a su hijo, tuvieron que ingresar en un hospital privado, puesto que tenía seguro de gastos médicos, al papá de Antolín, quien se contagió de Covid unos días luego de su hijo, estaba intubado pero hoy falleció.
Antolín se siente desdichado y se reclama diciendo: pero casi no salía de casa, no debí de ir a aquella fiesta, no me debí de quitar el cubrebocas en casa, no debí de exponer a mi papá cuando me llevaba y recogía del gym. Quizá el papá no falleció por culpa de Antolín, jamás sabremos si realmente se contagió por él, pero sí sabemos que la culpa la cargará para siempre. Antolín podrá ser joven pero eso no le da derecho de exponer a su familia así que, si sales de casa para actividades no esenciales como visitar a tu pareja, el gym o una reunión, por favor, aíslate, no seas como Antolín. La fiesta puede esperar pues, el cover, puede ser la vida de alguien que amas.