No decaigas
David Ojeda: No decaigas
Que la lágrima no se seque porque el llanto es un sentimiento valioso que nos devuelve completamente la humanidad. El estar triste no significa el fin del mundo sino la experiencia completa de la vida, el fondo, lo profundo y por ello, al ser lo más bajo, ya nada puede ser peor, todo lo demás es en subida.
¡Qué terrible suena! Masoquista de hecho, pero a la tristeza también hay que tomarla y disfrutarla porque quien sufre tiene sentimientos, porque resulta mejor el llanto que un corazón de piedra, porque el que llora tiene razones y si hay razones para llorar quiere decir que habrá también para reír. Vaya paradoja, pues también de la tristeza la alegría puede nacer dado que, como ya expresé, estar abajo significa que solo queda ir hacia arriba.
La tristeza suele venir de dos lugares, de adentro y de afuera de nuestra persona y es imperante detectarlo para poder trabajar en ella. A final de cuentas nuestra vida se basa en nuestra experiencia, en lo que aceptamos y comprendemos, en la manera en la que miramos al mundo. Si algo nos afecta es porque lo dejamos entrar, así que, si algo te pone triste, analízalo, sé quien decida si esas lágrimas valen la pena.
Por otro lado, si la tristeza viene de dentro, si el mundo por fuera siempre te parece en gris y negro, puede ser que tú percepción se haya dañado, si no ves la subida a la montaña, la salida del hoyo, entonces tú mente crea la tristeza y a eso le llamamos depresión. No es algo que pienses, ni algo que busques, no es una manera de ser. Se trata de la falla de una sustancia química en el cerebro y así como el diabético necesita de insulina, la persona con depresión necesita de los neurotransmisores, esas sustancias químicas que hacen falta.
Aunque la tristeza nos hace humanos, no es tampoco bueno vivir en ella. El hombre está llamado a la felicidad, nacimos para estar alegres y tenemos un gran poder de supervivencia que nos saca del agujero y si no, no está mal pedir una cuerda a algún amigo, a algún familiar o a un terapeuta para salir del precipicio. En estos tiempos difíciles donde las penas abundan, no temas, siempre se puede salir adelante. Vive la caída, vive el sentimiento para que después puedas disfrutar de la subida que espero que pronto te llegue si triste te encuentras.