Deja legado de generosidad, María Lucía Casares Espinosa

Pilar de reconocida familia, junto con su esposo Don Trino Molina, impulsó acciones altruistas en beneficio de sectores vulnerables.

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María Lucía Casares Espinosa, quien falleció ayer en esta ciudad de Mérida. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Un legado de generosidad y promoción de la fe católica dejó doña María Lucía Casares Espinosa, quien falleció  ayer en esta ciudad de Mérida.

Su cuerpo fue velado en la privacidad de su hogar en 'El Pinar', en compañía de sus seres queridos, posteriormente sus restos fueron incinerados y hoy, a las 14 horas, en la Parroquia de Cristo Resucitado tendrá lugar una misa para colocar sus cenizas en la cripta familiar ubicada en este templo y pedir por el sufragio de su alma.  

Las misas en memoria de Doña Lucía Casares Espinosa serán del lunes 9 al jueves 12 de mayo, a las 18 horas, en la iglesia de la Divina Misericordia en el Fraccionamiento San Ramón Norte.

Pilar de reconocida familia, le sobreviven sus 12 hijos, hijos políticos, 54 nietos y 25 bisnietos, entre otros deudos.

María  Lucía Casares Espinosa nació el 29 de junio de 1929. A los 20 años contrajo nupcias con José Trinidad Molina Castellanos (q.e.p.d.), el 8 de septiembre de 1949, en la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, bajo la bendición de Dios y la alegría de sus seres queridos por esta unión, que dio como fruto una familia fundamentada en la fe, el amor y los valores.

De esta unión, recibieron la bendición de 12 hijos, seis mujeres y seis hombres, personas de bien, educados bajo los principios de amor, unidad, humildad, pero sobre todo de generosidad. El fruto de su matrimonio se refleja en José Trinidad, Juan Francisco, Octavio, Lorenzo, Mario, Rogelio,  Cecilia, Lucía, Martha, Patricia, Guadalupe y Beatriz Molina Casares, todos relacionados también con el sector empresarial, y siguiendo los pasos de su padre apoyan a organizaciones con fines altruistas, así como instituciones religiosas.

Don Trino y Doña Lucía desarrollaron acciones altruistas para beneficiar a sectores vulnerables, al igual que en la educación y la cultura. También hicieron valiosas aportaciones a proyectos de la iglesia, como la fundación de la Casa de la Cristiandad. Participaron activamente en el Movimiento Familiar Cristiano; auspiciaron la creación del Colegio 'Santa Teresa de Ávila', de Tizimín; la fundación de la Universidad Anáhuac Mayab y el apoyo y nacimiento del Instituto Cumbres y el Godwin.

Entre sus participaciones como miembros activos de proyectos religiosos, destacó Doña Lucy como donadora de la capilla de María Reina de la Familia del Regnum Christi, y Don Trino como Caballero de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén y Caballero de la Orden de San Gregorio.

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